Jimmy Swaggart: el auge, caída y final del “azote de Dios.”: las sombras de los protagonistas de la iglesia electrónica. II parte y final.

 

IX

El auge y caída de Swaggart; y su relación con el empuje de la aparición de predicadores laicos católicos.

 

Aquí, no puede olvidarse que, con el Concilio Vaticano II (1962 – 1965), se abrió la puerta para una mayor participación de los laicos dentro del catolicismo, esto, conforme a la Constitución “Lumen Gentium” y el decreto: “Apostolicam Actuositatem”.

 

Dentro de esta lógica, la dinámica eclesial del catolicismo, enfatizó la comunión, con lo que trataba de impulsar la acción evangelizadora del laicado, esto dentro de la iglesia, como en el mundo secular.

 

De ahí, el surgimiento de una serie de movimientos laicales dentro de la iglesia católica, ellos, presentarían una nueva conciencia eclesial. Entre los movimientos más significativos, podemos citar:

-          La Renovación Carismática Católica: ella se expandió rápidamente y como ya hemos dicho, concretando una espiritualidad de alabanza y sanación, así como de énfasis en los dones del Espíritu Santo. Esto, asemejándola mucho, a las comunidades de fe pentecostales.

 

-          Movimiento de los Focolares: fundado por Chiara Lubich, centrado en la espiritualidad y unidad comunitaria.

 

-          Camino Neocatecumenal: fundado por Kiko Arguello y Carmen Hernández. Sustentado en la catequesis y la vida comunitaria.

 

-          Comunión y Liberación: fundado por Luigi Giussani, con fuerte presencia educativa e intelectual.

 

 

Estos movimientos, ante la rutina de la vida parroquial, presentan novedades: más oración, más formación, más acción pastoral, más intensidad en la experiencia comunitaria; y más compromiso eclesial.

 

Paralelamente, mientras en el catolicismo, se daban estas transformaciones, ya hemos visto que, el mundo protestante, sobre todo en los Estados Unidos, vivía sus propios cambios, a manos de predicadores como Billy Graham, Oral Roberts y Jimmy Swaggart.

 

Ellos, sobre todo, Swaggart, influiría en muchos católicos, esto se vería muchísimo en América Latina. Tal acción, es lógico, generaría una respuesta desde el catolicismo occidental. Pese a ello, podríamos decir que, la espiritualidad pentecostal, fue muy absorbida por los carismáticos. Ya veremos que esto, llevaría al fortalecimiento de los medios de comunicación católicos.

 

Para 1988, Juan Pablo II, publica la Exhortación Apostólica: “Christifideles Laici”, donde reforzó la identidad y la misión del laicado en la iglesia. En esta línea, el Papa polaco, promoverá los encuentros mundiales de los movimientos laicales, alentando su integración eclesial.

 

Juan Pablo II, veía en estas iniciativas, el brazo de lo que consideraba la “nueva evangelización”. Ella, también buscaba evitar el avance de “la iglesia electrónica”, así como del secularismo. Dentro de los “Encuentros” ya mencionados, podemos exponer:

 

-          El Encuentro Mundial de los Movimientos Eclesiales, en el Pentecostés de 1988: esto, el 30 y 31 de mayo de ese año; éste se realizó en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano; en éste, participaron más de 300 000 personas de todo el mundo. Entre las estructuras que participaron, están las que ya hemos citado, además de “La Comunidad de San Egidio” y “Los Legionarios de Cristo”. Es interesante, que, en su alocución, el Papa Juan Pablo II dijo que, tales movimientos, eran una respuesta providencial dada por el Espíritu Santo, a las necesidades de evangelización del tiempo presente. En ese mismo discurso, dijo que, esos movimientos, no debían ser paralelos a la iglesia, sino, que debían integrarse a las parroquias y a los obispos. La idea era que, los movimientos fueran un puente entre la iglesia y el mundo moderno[1].

 

-          En 1992, se lleva a cabo el Congreso Internacional sobre los Movimientos Eclesiales: éste, fue organizado por el Pontificio Consejo de los Laicos, en ese congreso, se reflexionó sobre el papel pastoral y teológico de estos movimientos.

 

-           En 2002, se llevó a cabo el Congreso de: “Los Movimientos en la Pastoral Diocesana”, allí, se abordó la inserción de los movimientos en las diócesis, así como la colaboración con el pastorado local.

 

-          Por otro lado, Juan Pablo II, recibía periódicamente, a los líderes y miembros, de los distintos movimientos católicos, asimismo, en muchas Jornadas Mundiales de la Juventud, participaban muchos movimientos activamente.

 

 

Este impulso dado por Juan Pablo II, a los movimientos laicales, les permitió salir del anonimato, siendo reconocidos como instrumentos legítimos para la evangelización. Por esto, muchas parroquias, se renovaron por medio de la formación bíblica, las misiones y las pastorales juveniles.

 

Esto, a su vez, fortaleció la espiritualidad laica, en contraste con la espiritualidad de tipo sacramental, más ligado al voto del Orden. Esto abriría el espacio para que, muchos laicos, formados en Teología Bíblica, actuaran especialmente en espacios no litúrgicos.

 

Pese a que, ya hemos visto que Swaggart, era altamente anticatólico, en efecto, sus formas de comunicación, evidenciaban la necesidad de prédicas más vivas, así, como experiencias más testimoniales. Esto, podía atraer a los católicos alejados o a los jóvenes.

 

De igual manera, la Renovación Católica Carismática, introduce con más fuerza a predicadores – laicos; ellos, predicaban en Jornadas de evangelización, retiros y vigilias. No puede dejar de decirse que, en estos momentos, es que aparece la figura de Salvador Gómez.

 

Eso sí, estos predicadores, abrazaban el discernimiento y la supervisión de las autoridades diocesanas; en esa lógica, la Eucaristía era en muchísimas ocasiones, el centro de sus predicaciones. Asimismo, ellos, comienzan a viajar al exterior; pero primero, adquirían el permiso de los obispos, los sacerdotes y hasta de los movimientos aprobados en las diócesis.

 

Así, se multiplicó el material para laicos, citamos algunos ejemplos:

 

-          Acción Católica: Laicos de parroquia caminando juntos: material de reflexión para grupos pastorales. S.F.

 

-          Aldazábal José: Ministerios de Laicos. CPL. 4 edición. Barcelona, España. 1999.

 

 

-          Arquidiócesis Primada de México: Vocación y misión de los laicos. Vicaria episcopal de Pastoral, Arquidiócesis Primada de México. 2015.

 

-          Astigueta Guillermo Damián: La noción del laico desde el Concilio Vaticano II al Catecismo de la iglesia católica de 1983: el laico: “sacramento de la iglesia y del mundo”. Editrice pontificia Universitá Gregoriana. Roma, Italia. 1999.

 

 

-          Cáceres Cáceres C.P.: El laico y la deliberación: elementos para una participación activa del laico en la iglesia católica. Pontificia Universidad Javeriana. 2012.

 

-          Comunnio 1985: VI: los laicos.

 

 

-          Conferencia Episcopal Española: Los cristianos laicos, iglesia en el mundo. 1991.

 

-          Conferencia Episcopal Venezolana: Concilio Plenario de Venezuela, 7: el laico católico, fermento del Reino de Dios en Venezuela. 2003.

 

-          Del Portillo A: Fieles y laicos en la iglesia. 3 edición. EUNSA. Pamplona, España. 1991.

 

-          Departamento de laicos – Conferencia Episcopal Argentina: Congreso de laicos 2005 – 2010. Hacia la Argentina del Bicentenario. 2005.

 

-          Escuela de Agentes de Pastoral: Diócesis de Plascencia: I encuentro diocesano sobre capacitación pedagógica: prioridad de la formación de los fieles laicos en la diócesis. S.F. 

 

-          Gracía Ceferino: Comunidades de Vida Cristiana: espiritualidad Ignaciana para laicos. Sal Terrae. Santander, España. 1986.

 

 

-          Gutiérrez M: ¿Un nuevo modelo de santidad para los laicos en América Latina? Theologica Xaveriana. Núm. 83, 1987.

 

-          Instituto Superior de Pastoral: Hablan los laicos: XVII Semana de Estudios de Teología Pastoral. 2013.

 

 

-          Irure Martín: La liturgia: santificación y culto: Manual para la formación de laicos. 3 edición. Palabra Ediciones. México. 2007.

 

-          Mares Olmos R: Lectio Divina para Laicos. México 2003.

 

 

-          Martínez Frías G: La formación de los fieles cristianos laicos. Conferencia Episcopal de Colombia. LI Asamblea Plenaria del Episcopado. Junio de 1989.  

 

-          Orjuela y otros: La participación y los derechos de los laicos en la iglesia. S.F.

 

 

-          Parent R: Una iglesia de bautizados, para una superación de la oposición clérigos / laicos. Editorial Sal Terrae. Santander, España 1987.

 

-          Parrent M.A.: El ejercicio ministerial del laico en la universidad católica latinoamericana. Theologica Xaveriana. Núm. 97. 1990.

 

-          Pellitero Ramiro: Los laicos en la eclesiología del Concilio Vaticano II: Santificar el mundo desde dentro. RIALP. Madrid, España. 2006.

 

 

-          Pellitero Ramiro: Laicos en la Nueva Evangelización. RIALP. Madrid, España. 2013.

 

 

-          Revista La Cruz, Misioneros del Espíritu Santo: los laicos en la iglesia y en la familia de la cruz. Núm. 1075. Marzo – abril 2019.

 

-          Riera Figueras Francesc: Ejercicios espirituales en la vida ordinaria para comunidades de laicos. Editorial Sal Terrae. Santander. España 1990.

 

 

-          Río Pilar: Los fieles laicos, iglesia en la entraña del mundo. Pelícano. Madrid, España. 2015.

 

-          Ripperger Chad: Oraciones de liberación para laicos. 2016.

 

 

-          Ruiz Velosa J.S.: El ecumenismo del laico. Revista Albertus Magnus. (11) 1. 2020.

 

 

-          Sabogal Viana Fernando: La misión de los fieles cristianos laicos. Theologica Xaveriana. Núm. 92, 1989.

 

-          Seminario Diocesano de la Inmaculada Concepción A.R.: Manual de celebraciones del laico para uso local, pastoral y privado. 2019.

 

-          Soto J.D.: Del marginamiento del laico en la iglesia, a su vocación y misión en la iglesia – comunión.  Theologica Xaveriana. 1987.

 

 

-          Stiefken Pablo y Arboleda Patricia: Vocación y misión de los laicos en la iglesia y en el mundo. 1987.

 

 

-          Vélez Olga Consuelo y Sierra G. Ángela María: Los laicos y laicas en la vida de la iglesia. Theologica Xaveriana – vol. 57. Núm. 161, 2007.

 

-          Vélez Olga Consuelo y Sierra G. Ángela María: Los laicos y laicas en la vida de la iglesia: una reflexión de la V CELAM. Theologica Xaveriana – vol. 57. Núm. 161, 2007.

 

-          Vílchez L.F: El Concilio, un tesoro escondido, relatos y experiencias de laicos. San Pablo. S.F.

 

 

-          Von Balthasar H. U.: La Gloria del Señor: una estética teológica: III: Estudios de estilos teológicos: Estilos laicos. Ignatius Press. San Francisco, Estados Unidos. 1986.

 

Como puede verse, la bibliografía sobre el tema, es harto copiosa, pero vale la pena hablar con cierto detalle, de dos libros, que podemos considerar precursores sobre este tópico: de Yves Congar: “¿Qué es un laico?”, del año 1960 y, “Evangelizadores laicos para América Latina”, de Gregorio Smutko, del año 1970.

 

En el primero, se hablaba de cómo en la historia de la iglesia católica, el laico, se había definido negativamente, en términos del clérigo y del monje. Pero Congar, dice que, el laico es parte activa como miembro del cuerpo de Cristo (La Iglesia). Así, el laico, puede realizar la obra de Dios en el mundo.

 

Con esto claro, en la segunda parte del libro, el autor aborda los valores de una espiritualidad de los laicos comprometidos con el mundo. Ese compromiso, lleva a los laicos, a colaborar con la obra de la creación de Dios.

 

Por su parte, Smutko, se basa en su experiencia de misionero en América Latina, de ahí, su idea de respeto a la diversidad cultural en el subcontinente; en el libro en análisis, se observa la practicidad del autor.

 

En esta línea, Smutko, se ampara en los documentos de la II Conferencia del Episcopado Latinoamericano, en Medellín, para abordar la reevangelización de adultos, esto, con base de la propuesta para ese evento del Papa Pablo VI.

 

Pero, para esa reevangelización, dice el autor, se debe contar con los laicos, esto, porque desde ese momento, era claro que, las poblaciones latinoamericanas, crecían más rápidamente, que las vocaciones sacerdotales. De esa realidad, ya daban cuenta, teólogos de la liberación como Segundo Galilea.

 

Esto, a su vez, ya se había presentado en el Concilio Vaticano II, eso sí, el libro de Smutko, no habla de una pastoral urbana, sino, de una pastoral rural, el autor decía que, los principios presentados en su escrito, podían ser aplicados en las ciudades.

 

Entonces, el impulso a los predicadores laicos, no inicia con Swaggart, pero su “fenómeno”, sí alimentó la dinámica de la predicación de los laicos católicos. En este contexto, tanto Swaggart, como los movimientos católicos, asumieron una estrategia internacional. Además, como ya lo hemos insistido, la Renovación Carismática Católica, vio algunas características del pentecostal, que imitar.  

 

 

X

Balance de lo dicho hasta aquí.

 

Entre los temas que hemos tocado en este ensayo, está la incidencia de predicadoras como K. Kuhlman, en la dinámica de “la iglesia electrónica”. En el caso de Jimmy Swaggart, ellos partían del tronco común del pentecostalismo, pero sus ministerios, tendrían énfasis diferentes:

 

-          Kuhlman: se centraba en la experiencia mística, más que en el análisis o reflexión doctrinal. Ella, evitaba deliberadamente el lenguaje teológico. Con esto, se presentaba como “una mujer de fe”, más que, como una teóloga. En oposición, Swaggart, se centró en la enseñanza, el evangelismo y la enseñanza bíblica, con una fuerte carga doctrinal.

Ambos predicadores, usaron los medios de comunicación masiva, pero los énfasis fueron diferentes:

 

-          La religiosa, ya hemos dicho, trasmitía sus servicios de sanidad, su estilo era altamente dramatizado. Esto le era fuertemente criticado. Swaggart, usó tan intensamente los medios, que construyó un imperio mediático, pero en la puesta en escena, fue más austero que lo que hizo Kuhlman. Él criticó los excesos emocionales, algunos excesos carismáticos, a los que acusaba de manipulación emocional.

 

-          Swaggart, no negaba las posibilidades de que Dios realizara sanidades, pero no era el centro de su ministerio[2]; su énfasis estaba más bien, en la vida santa, independientemente de si se recibían milagros o no. En el caso de Khulman, la fe era vehículo para recibir sanidad. Eso sí, ella no lo garantizaba.

 

-          Khulman, ponía como eje de su ministerio al Espíritu Santo, pero desde un lenguaje romántico, el sureño, también lo hacía, pero desde una óptica más doctrinal.

 

-          En lo que refiere a la relación con otras corrientes del cristianismo, Swaggart, era altamente crítico del catolicismo, de los carismáticos y del ecumenismo. La sanadora, era más abierta, ya hemos dicho que había sido invitada por la Renovación Carismática Católica. En el caso de América Latina, este movimiento, fue impactado por Khulman: fueron los casos de: Brasil, Colombia, Costa Rica y México. en el caso colombiano, el padre Darío Betancourt y el ya citado, Emiliano Tardif, fueron influenciados por la estadounidense.

 

 

Hoy en día, siguen apareciendo nuevos evangelistas televisivos. Algunos, reinterpretaron el modelo pentecostal televisivo. Otros, se distanciaron del modelo doctrinal – emocional; en el caso por ejemplo de Benny Hinn, quien ya era conocido en círculos carismáticos, trató de “depurar” el estilo de Swaggart. Él inclusive, reconocería la influencia de K. Kuhlman. Aquí, cabe decirse que, ella, vestía de blanco, Hinn lo haría muchísimos años después. Ella, usaba ademanes suaves, construyendo una imagen, casi angelical.

 

Así, resaltaba las sanidades divinas, aumentaba por momentos la teatralidad, pero agregaba un estilo casi místico. Su imagen era más controlada que la del sureño. En sus prédicas, Hinn hacía explícita su adhesión a la Teología de la Prosperidad.

 

Por su parte, si bien Swaggart era representante del “pentecostalismo blanco”, en los 90, aparecería TD. Jackes, quien representó un rostro afroamericano dentro del evangelismo mediático. Pero Jackes, no era evangelista, se dedicaría a la línea de la autoayuda, el liderazgo y la motivación, tópicos sobre los que Swaggart, tenía reservas o era altamente crítico. Jackes, era emocional, pero en contraste con Swaggart, no era escandaloso. Además, TD. Nunca expuso su vida privada.

 

También aparecieron hijos de tele evangelistas, tal fue el caso de Joel Osteen, hijo de John Osteen; Joel, “ablandó el mensaje de Swaggart”: ya no habla de pecado, de condenación, de infierno, más bien, enfatiza el “pensamiento positivo”, el centro es el bienestar, el centro es la superación (Lo mismo se observa en predicadoras como Joyce Meyer); datos del año pasado, reflejan que su iglesia, en Lakewood, Texas, es la más grande de los Estados Unidos.

 

Otros en esta línea, son: Rod Parsley y Paula White: ellos, han llevado la visión carismática – neo pentecostal a la política; ella, es representante de la facción de “las mujeres predicadoras”; esto es clave, porque en los tiempos de auge de Swaggart, esa predicación, era más limitada. Aquí, no puede olvidarse que, K. Kuhlman, feminizó el liderazgo mediático religioso[3].

 

Los nuevos “evangelistas”, post Swaggart, abrazaron cambios notables:

 

-          Imagen contralada: “0 escándalos sexuales”, “0 escándalos financieros”[4].

 

-          Enfoques, basados en la Teología de la Prosperidad y “psicología del bienestar”: ya no se habla de la corrupción de la sociedad y de los principios de la Teología de la Salvación. Es decir, se olvida el puritanismo ultraconservador; y claro está, las tesis agresivas que lo pueden acompañar. En el caso de Swaggart, pasó algo interesante: él no predicaba la Teología de la prosperidad, pero, para sus seguidores: “sembraba en el servicio a Dios y cosechaba riqueza, por su labor evangelizadora”. En lo que refiere a lo propio de la Teología de la Prosperidad, se enfatiza: el optimismo, la unción, más que la acción “pecado – arrepentimiento”; menos subraye en la disciplina eclesial tradicional.

 

-          Diversidad racial y de género.

 

-          Nuevos medios: cable digital, Internet, redes sociales.

 

En otro orden de cosas, así como Swaggart impactó a otros predicadores en sus contenidos y estilo, estos predicadores “post Swaggart”, también lo han hecho: en el caso de América Latina, podemos citar ejemplos como los de: Cash Luna (Guatemala), Guillermo Maldonado (Honduras / Estados Unidos) o Yesenia Then (República Dominicana). Valga decir que, Luna y Maldonado, copiaron el estilo de “cruzada masiva”, del sureño.

 

Como puede verse, hay diversidad de nuevos predicadores, pero ninguno concentra el poder que tuvo en su momento Jimmy Swaggart, él tuvo adhesión ciega de muchos de sus seguidores; y sus adversarios, tuvieron que tolerarlo “hasta que llegara el momento de su caída”.

 

En un momento determinado, esa caída, parecía lejana. El “hermano Jimmy”, era juez supremo, voz de Dios sobre la tierra, definición ética suprema, señalaba la conjura satánica que buscaba apoderarse de los Estados Unidos. Swaggart, hablaba de satanás, y su presencia, en la política, en la televisión, en los periódicos, en suma, en la sociedad.

 

Desde esa mirada de “los buenos contra los malos”: los segundos, eran: los ateos, los homosexuales, los impíos. Entre los primeros, estaban: la familia tradicional, los defensores del puritanismo etc. La base de la sociedad, eran los vínculos de padre (Hombre), madre (mujer) e hijos. Solamente había una verdad (La de él, como lo expresara a los católicos); si presentaba una filosofía, era la propia de su interpretación del Evangelio.

 

La dura doctrina cristiana, estaba siendo despedazada por “el mundo”, y lo peor era que, para Swaggart, el cristianismo se ablandaba, pues, lo contrario, era caer criticado por su talente conservador. Nada es fiable en el mundo. Solo el fundamentalismo – literalista.

 

Predicadores como Pat Robertson y Jimmy Swaggart, insistían en que Estados Unidos, estaba siendo llevado por la senda de la impiedad; y solo gente como ellos, podían llevar al país por el camino de la salvación[5].

 

Gente como los Bakker o Swaggart, llegarían a pensar que, de ellos dependerían miles de almas descarriadas, las cuales, sin ellos, no podrían ser salvadas. “Dios hablaba por medio de los Bakker o Swaggart”.

 

El “hermano Jimmy”, nunca suavizó su estilo de predicación, pese al aumento de su popularidad. Aumentaba su audiencia y del mismo modo, aumentaban sus posiciones fundamentalistas. Véase que, ya hemos observado, cómo predicadores posteriores a él, han suavizado sus estilos, para contentar a las masas.

 

Es interesante, estos predicadores, critican el concepto de infalibilidad en el catolicismo, pero gente como Bakker o Swaggart, llegaron a creerse infalibles. Es decir: “Dios hablaba directamente a través de ellos”. En el caso del segundo, éste, diagnosticaba y juzgaba: ¿Cuál era la solución?: la doctrina que él predicaba. Swaggart era el intérprete fiel de la Biblia, capaz de revelar errores doctrinales y, anunciar juicios divinos.

 

En el momento de su auge, los líderes religiosos con más alcance eran: el Papa Juan Pablo II, el Dalai Lama y el Ayatola Jomeini; luego vendría el mismo Swaggart. Ya hemos dicho que, Predicadores como Pat Robertson y Jimmy Swaggart, insistían en que Estados Unidos, estaba siendo llevado por la senda de la impiedad y solo gente como ellos, podían llevar al país por el camino de la salvación.

 

Esto plantea una dualidad: en efecto, los valores del discurso del sureño, eran conservadores, pero, en materia política: “todos son corruptos, pecadores”, en esta línea, contrario a otros, el sureño, no caía en la trampa del “conservadurismo patriotero”, ese, que alimentaba a Ronald Reagan, esto le daba una imagen de “estar por encima de las cosas del mundo”, “era un siervo, verdaderamente espiritual”.

 

Esto, desde una perspectiva de Ciencias Políticas, nos puede permitir plantear la hipótesis en el sentido que Jimmy Swaggart, era un actor clave, en la palestra de los poderes fácticos, esos, que se mueven al margen de los partidos políticos, de las líneas editoriales de los medios de comunicación masiva: desde una visión teológica de corte cristiano clásico y hasta pentecostal clásico: “la única empresa que le interesaba a Jimmy Swaggart, era Jesucristo”.

 

Este tipo de posiciones, genera una fe antropológica y religiosa ciega: en el caso del evangelista sobre el que estamos analizando y reflexionando, tal fe, permitía una visión puritana del mundo, lo que unido a ciertos tipos de “apocalipticismo”, fortalecían las tesis del predicador: “la lujuria y el pecado, van a acabar con la sociedad”.   

 

Ahora bien, lo que sí acabó con el dominio de Jimmy Swaggart en el pentecostalismo, fue su ambición: ya recibía millones de dólares, ya era reconocido a nivel planetario, pero, quizás, llegó a pensar que, era “elegido”; y esa elección implicaba un dominio absoluto sobre “las Asambleas de Dios”.

 

En los casos de Bakker y Gorman, “Swaggart se lanzó a su cacería”, él era el “líder inmaculado que podía hacerlo”; esto hizo explicita la guerra, que se había mantenido tras bastidores, de nuevo: la competencia de predicadores, que no dejaba de vincularse con el tema monetario, generó un conflicto que desató venganzas: ¡entre cristianos!

 

Por otro lado, hemos hablado del matrimonio Bakker: en comparación con Swaggart, ellos, eran más rudos y torpes, en la demostración de su riqueza material. El segundo, mantenía un trato campechano. El matrimonio Bakker, era derrochador, esto fue esencial para las posteriores investigaciones, sobre el origen de sus ingresos.

 

Asimismo, ya hemos visto el papel de Swaggart, en la “caída de Marvin Gorman”; en efecto, en esta etapa de “la guerra de tele predicadores dentro del pentecostalismo”, el evangelista de Luisiana, salía como el gran triunfador.

 

-          ¿Quién era el verdadero siervo de Dios?: “el hermano Jimmy”.

-          ¿Quién había denunciado al estilo bíblico, los pecados ajenos?: Swaggart.

-          ¿Quién fortalecía su imagen de guardián de la moral?: “el azote de Dios”.

 

Ya lo hemos dicho: “el azote de Dios”, se había ganado varios enemigos dentro de “las Asambleas de Dios” por sus denuncias: la guerra estaba declarada. No podía dejarse que, el evangelista, en efecto dominase completamente “las Asambleas de Dios”, y la riqueza monetaria del tele – evangelismo.

 

El predicador parecía invulnerable: repetimos: parecía…

 

Parecía un juez al que no se le podía escrutar…

 

Pero, estas tesis eran falsas: los rumores se hacían más fuertes: Jimmy, tenía aventuras extramaritales. Pero, nadie se había molestado en averiguar, si esto era cierto. El tema, se hablaba en círculos reducidos.

Ya hemos dicho que, Gorman había perdido sus credenciales ministeriales por Swaggart. Jimmy, perdería sus credenciales, por Gorman. El primero, cayó por adulterio. Lo de el “hermano Jimmy”, era más vulgar (perdón por la expresión): “se había ido de putas”.

 

Una vez más: el “azote de Dios” decía: “la lujuria y el pecado, van a acabar con la sociedad”. Pero esa misma lujuria lo había arrastrado, había sido sorprendido en el pecado. Ya hemos hablado de la confesión pública del evangelista: el desnudado pecador, había hecho esa jugada desesperadamente: recordamos una vez más, a aquella familiar nuestra, que siempre decía: “ese señor es un hipócrita, nadie puede ser tan perfecto y puro”. Al final, la “caída de Swaggart”, alimentaba el estereotipo de: “predicador hipócrita y oportunista”.   

 

La manipulación mediática quedaba expuesta: su llanto era para muchos evidentemente fingido: de ahí las burlas hasta de comediantes, de las que ya hemos hablado[6]. El héroe construido por la radio y la televisión, era[7]: un ser humano pecador como cualquier otro.

 

El caso de Swaggart, fue un golpe durísimo para “las Asambleas de Dios”, las escuelas evangélicas de la denominación, se estaban vaciando; muchos de sus miembros se marchaban; “las Asambleas”, se habían mimetizado en el rostro del predicador[8]: “caído él, caídas las Asambleas de Dios”. con esto, se perdía lo que Swaggart les daba de ganancia:

 

-          El refuerzo del discurso pentecostal tradicional.

-          El uso del lenguaje emocional[9] .

-          El uso de su literatura, como fuente formativa frecuente.

 

Veamos esto con cierto detalle en este balance final: con Swaggart, las “Asambleas”, seguían una ruta institucional. Con su caída, ésta tuvo que ser redefinida: ¿Cómo manejarse ante los medios de comunicación?; ¿Cómo concretar la disciplina eclesiástica?; ¿Cómo manejar a los predicadores mediáticos?

 

De un momento otro, la denominación entraba en una especie de torbellino, con las siguientes características:

 

-          La crisis en la imagen pública: los líderes carismáticos de la denominación, cayeron en la desconfianza de la gente (De ahí preguntas como: ¿Puede un ministro caído, seguir predicando?).

 

-          Cuestionamiento del tele – evangelismo: el debate interno era: ¿Hay supervisión sobre estas figuras?; ¿Existen mecanismos de restauración espiritual para los caídos?

 

-          La categoría teológica de la “Unción”, entró en debate: no puede haber contradicción entre carisma público y santidad privada.

 

 

En el caso de América Latina, muchas comunidades de fe, tomaron las siguientes medidas:

 

-          Retiro y censura de material audiovisual y literario de Swaggart.

-          Hubo críticas a la dependencia de la “iglesia electrónica” estadounidense.

-          Aceleración en el surgimiento de liderazgos locales[10].

 

 

Ya hemos visto que, la denominación, actuó conforme sus normativas legales:

 

-          Afirmaron el proceso disciplinario.

 

-          Es el predicador, el que no se sometió a ese proceso, de ahí, la desvinculación y la anulación de credenciales. La separación que ejecutó Swaggart, hizo que la denominación aclarara que, “ya no representaba a la iglesia”.

 

 

-          Se estrechó la vigilancia sobre los predicadores con impacto mediático.

 

Paralelamente, la denominación, fortalecía liderazgos de tipo sobrio espiritualmente, más ligados a la colegialidad de la iglesia y menos personalistas[11]. El poder mediático, se iba descentralizando. Las transformaciones fueron claras:

 

-          Más independencia del tele – evangelismo tradicional: se volvió pues, a la esfera local.

 

-          Énfasis en la integridad y transparencia: los ministros de “las Asambleas”, debían ser siervos y no, celebridades del espectáculo.    

 

-          Distanciamiento del neo pentecostalismo radical: ya hemos visto ejemplos, de religiosos que abrazaron la Teología de la prosperidad; pero otras facciones, mantuvieron posiciones teológicas más conservadoras.

 

Además, se promovió una política pastoral que elevara:

 

-          La rendición de cuentas a los presbiterios distritales.

-          La ética ministerial comunitaria: quedaba de lado “el liderazgo por unción”.

-          Procesos de disciplina con acompañamiento pastoral: no se trataba solo de sanciones.

 

En este contexto, surgen nuevos líderes pentecostales, como George O. Wood, quienes enfatizaban la formación teológica y la unidad institucional. Su estilo era una especie de “liderazgo servicial”, no de “celebridad espiritual”.

 

Paralelamente, se fortalecieron estructuras de estudio bíblico y universidades, por ejemplo:

 

-          Evangel University.

-          Assemblies of God Theological Seminary (AGTS).

-          Asimismo, se hicieron obligatorios, cursos de ética ministerial, relaciones de poder y límites pastorales[12].

 

En esta lógica, la formación teológica, pasó a un modelo de predicación expositiva, esto, para oponerse a la predicación emocional, ya el pastor, no era animador espiritual. Era formador. Esto, en tanto, la predicación expositiva es: trasmitir lo que, el autor original, quiso que su audiencia original entendiera, y después aplicarla a la audiencia contemporánea[13].

 

En América Latina, propiamente, en Argentina, Costa Rica y Guatemala, las “Asambleas de Dios”, promovían liderazgos más colegiados[14]: en nuestro país, se dio un fuerte proceso de descentralización, fortaleciendo decisiones distritales, estableciendo comités éticos en cada región.

 

En Argentina, los Seminarios de “las Asambleas”, incorporaban cursos de acompañamiento pastoral, liderazgo compartido y prevención de abusos espirituales. Esto del “liderazgo en equipo”, quitaba los “reflectores” en “el pastor estelar” que dominaba todos los espacios.

 

Autores como Stanley Horton y William Menzies, ambos teólogos pentecostales, reinterpretaban el liderazgo eclesial, esto, bajo el esquema presentado en la carta del Apóstol San Pablo a los Efesios, capítulo 4, versículos del 11 al 13 (“Apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros”) donde lo que es claro, es el sentido de “cuerpo” y no de unidades individualizadas[15].     

 

Pese a ello, muchos simpatizantes de Swaggart, no pertenecían formalmente a las “Asambleas de Dios”, por eso, muchos se unieron a movimientos independientes, algunos, de corte carismático, con una estructura más flexible, pero centradas en organizaciones eclesiológicas, que hablaban de “apóstoles” o “profetas”.

 

Estos espacios ofrecían:

 

-          Continuidad de la adoración emocional.

-          Predicaciones basadas en lo sobrenatural[16].

-          Los líderes se reconocían pecadores, pero enfatizaban la posibilidad de “restauración divina”.

 

Otro segmento de los que siguieran a Swaggart, abrazaron el “evangelicalismo” conservador tradicional: esto, lo hicieron en las propias “Asambleas de Dios” o en congregaciones “hermanas”: “Iglesias del Nazareno” o “Bautistas del Espíritu Santo”. En esta línea: se buscaba una mayor responsabilidad pastoral, una distancia del “espectáculo mediático”; y más centralidad en la Biblia que en el carisma.

 

En el caso costarricense, la historia oral de las iglesias evangélicas del país, refleja el cansancio de: “seguir a hombres”, hasta “verdaderas crisis de fe”. El descenso de la feligresía en “las Asambleas de Dios”, se vio, sobre todo, en el Gran Área Metropolitana.

 

En su lugar, los vacíos, eran ocupados por iglesias fundadas por ex miembros de “las Asambleas” o iglesias del tipo “profético y restaurador”, que, incorporaban prácticas similares a las de Swaggart, pero desligados de toda denominación formal.

 

Incluso, otras iglesias, fueron fundadas por pastores, que se habían graduado en los institutos bíblicos y teológicos, que habían pertenecido a los Ministerios de Jimmy Swaggart, en ellas, se enfatizaba la adoración y la predicación.

 

Por otra parte, los medios televisivos evangélicos se dividieron: el canal 23 (Enlace), abrazó más, la Teología de la prosperidad, dándole espacio a predicadores como Cash Luna, Benny Hinn o Claudio Freidzon[17].

 

En el caso de canal 31 (Cristo Visión), por corto tiempo, volvió a trasmitir los programas de Swaggart, estos ya producidos por su ministerio televisivo independiente. Esto nos recordaría, la estructura de los programas del sureño: su excelente planificación de manejo emocional, empezando por la música; además de “la línea tradicional del evangelio de los blancos”. Ese “evangelio de los blancos”, se dirigía a una audiencia preocupada por la crisis cultural y lo que se consideraba el “declive de los valores tradicionales de los Estados Unidos”[18].

 

Hugo Assmann, nos dirá que sus programas, tenían una clara división:

 

1) Las predicaciones a públicos masivos: donde se exaltaba, gesticulaba, manejaba las estrategias de comunicación de masas.

 

2) Los cursos de adoctrinamiento: así hablaba Assmann de “El Estudio de la Biblia”, que en los 80, realizaba junto a su esposa, Frances. Allí, Swaggart, usaba un lenguaje exhortativo y profesoral. 

 

Asimismo, la propia Renovación Carismática Católica se vio fortalecida. En Costa Rica, muchas comunidades carismáticas, ofrecían ambientes musicales, así como espirituales, altamente llenos de emoción, con énfasis en el poder del Espíritu Santo y la sanación divina. El desencanto pentecostal, era resuelto por la Renovación Carismática Católica, cuyas comunidades, daban consuelo; y eran más estables que “la guerra entre pastores” que llevó a la caída de Swaggart (esa guerra, llevaba a condenas mutuas: Swaggart había condenado; cuando él cayó, fue condenado: por ejemplo, Jerry Falwell, pedía su retiro definitivo del ministerio. Sin embargo, otros actores de la “iglesia electrónica”, lo defendían y lo llamaban a la rendición de cuentas).

 

En los casos de Guatemala y El Salvador, se fortalecieron con la debilidad de “las Asambleas de Dios”, ministerios independientes, como el “Elim”, en el país cuzcatleco. En Guatemala, se fortaleció “Casa de Dios”, bajo el mando de Carlos (Cash) Luna, quien abrazó la Teología de la prosperidad (Véase que cambió su nombre de Carlos a “Cash”, que en inglés significa un vocablo relacionado al dinero, al “pago al contado”; del mismo modo, su templo, es considerado “mega – iglesia”).

 

Regresando a la esfera del catolicismo, con “la caída de Swaggart”, muchos programas de reflexión espiritual católica, abordaron indirectamente el tema, señalando los problemas del “personalismo religioso”[19]. Otros predicadores católicos, hicieron énfasis en la misericordia, como principio evangélico,

 

Ante la “caída de Swaggart”, la reacción católica fue:

 

-          El fortalecimiento en la formación de líderes laicos.

-          Énfasis en el discernimiento espiritual, dentro de los movimientos[20].

-          La reafirmación de la centralidad de los sacramentos y la vida comunitaria.

 

En Estados Unidos, la Madre Angélica, una Clarisa contemplativa de Alabama, con un gran carisma comunicativo, funda en 1981, la Red Católica Mundial, EWTN (Por sus siglas en inglés); ella se inspiró en el Concilio Vaticano II (1962 – 1965), preocupada por los tele – evangelistas protestantes (Incluido Swaggart).

En la línea católica, EWTN, no se centró, ni se centra, en un solo predicador. De igual manera, rechazó y rechaza la Teología de la Prosperidad. En el país del norte, con la caída de los Bakker y de Swaggart, se abrió la posibilidad de que EWTN, ganara credibilidad. Luego vendrían otras iniciativas:

 

-          Radio María (Cadena de alcance global y que, en el caso específico de Costa Rica, no debe confundirse con el proyecto del ya citado, padre Minor Calvo).

-          María + Visión (México): donde se está destacando el Padre Arturo Cornejo.

 

Incluso, desde antes, en los medios de Estados Unidos, se destacaba el obispo católico, Fulton Sheen, él tenía un programa llamado: “Vale la pena Vivir”; pero éste, todavía dentro del perfil modesto, que tenían los medios de comunicación católicos.

 

Para algunos investigadores, ese rol, era fruto de las consecuencias del Concilio Vaticano II. En el caso de los Estados Unidos, se decía que el Concilio, había generado una dispersión entre los católicos.

 

Lo cierto es que, por el decreto: “Inter Mirifica” de 1963, y otras reformas doctrinales y pastorales, el Concilio, impulsó una transformación al modo en que el catolicismo pensaba, producía y difundía su mensaje, en la era de los medios de comunicación.

 

Por el decreto mencionado, se reconocía que los medios de comunicación, eran “dones de Dios”. pero, ellos, pueden ser usados para el bien o para el mal, sin embargo, tienen un peso en la promoción de la verdad, la justicia y el bien común.  

 

En el caso de los Estados Unidos, cadenas como “TBN”, tienen donaciones de la población católica. En el caso del Concilio, se llegaría hasta a formar, lo que se conoce como “el Dicasterio para la Comunicación”. De ahí, saldrían directrices, para la formación de periodistas católicos, la producción de contenidos audiovisuales y la ética profesional en los medios católicos.

 

Lo cierto es que, en ese país, algunos autores hablan de una especie de alianza implícita, entre católicos conservadores (¿O carismáticos?) e “iglesia electrónica”; esto, quizás, como fruto de los puentes que se podrían encontrar entre esos católicos y los valores conservadores de los “tele – predicadores”[21]. En el caso de Estados Unidos, muchos medios católicos, están en manos de congregaciones y órdenes religiosas (Paulistas, Franciscanos, Redentoristas etc.) o en poder de la Renovación Católica Carismática.

 

Si seguimos con el lente puesto en el coloso del norte, nos daremos cuenta que, en la década de los 80, hubo un sacerdote muy reconocido, por su estilo de predicación, cercano al movimiento pentecostal: John Bertolucci. Como es propio de la lógica carismática católica, el padre mantenía todos los signos litúrgicos del catolicismo, pero el contenido de su predicación, era claramente pentecostal[22].

 

Su programa: “Glory to God”, era trasmitido por las cadenas evangélicas, “PTL” y “TBN”; además, aprovechaba la infraestructura de la cadena católica: “EWTN”. Este sacerdote fundó su propia estructura de apoyo financiero: “FACE” (St. Francis Association for Catholic Evangelism).

 

Con esta base, podía sostener un programa de radio: “Let Me Sow Love” (“Permítanme sembrar amor”); esto, con sustento en el “Centro Fulton Sheen”, que hasta donde sabemos, estaba ubicado en Dallas, fundado por carismáticos, que servía en esa ciudad y en Fort Worth. Los recursos de ese centro, eran tan reconocidos que, la asociación evangelística de Billy Graham, usaba muchas veces sus servicios.

 

Bertolucci, fue retirado del ministerio activo en 2002, esto por abusos sexuales, en la diócesis de Albany, esta instancia, tuvo conocimiento de esos abusos desde 1988. Él admitiría, haber abusado de menores. Le fue impuesto, vivir una vida de “oración y penitencia”, en la casa de su familia, en Nueva York. Murió, el 27 de mayo de 2015[23].

 

La otra gran precursora de medios de comunicación en Estados Unidos, fue la “Madre Angélica”, cuyo nombre secular, era Rita Francis, ella, quizás menos pentecostal, sí mantenía formas de exposición muy personal.

 

Ella fundó y fue superiora de: “Our Lady for the Angels Monastery”, cerca de Alabama. Al principio, le ayudaban 12 religiosas, entre ellas, su propia mamá; en su sede, instaló un gran centro de impresión de materiales escritos, ellos, no solo religiosos, sino también, comerciales.

 

Esta gran imprenta, ayudaba al sostenimiento de su red televisiva, la ya mencionada “EWTN” (Eternal Word Television Network); esta red, fue inaugurada en 1981, en ese evento, estuvo presente, quien fuera, Prefecto de la Congregación del Clero: Silvio Oddi.

 

La Madre, guiaba su proyecto, bajo la línea del catolicismo tradicional, con aceptación de la Renovación Católica Carismática. En el material escrito de la cadena, se usan los principios de la “teología actual sobre las indulgencias”.

 

En el caso costarricense, desde hace más de 15 años, “Telefides”, canal católico, que es una sociedad anónima sin fines de lucro, mantiene un convenio[24], con EWTN, logrando trasmitir parte de su programación en español, esto, por el canal 40 de televisión abierta. De igual manera, en varias empresas de cable, se encuentra en su oferta, el “EWTN”. Se dice que, en algún momento, “Cable Tica”, quiso sacar a ese canal de su menú, por lo que recibió quejas de sus clientes.

 

En otro orden de cosas, ya hemos visto que después de la “caída de Swaggart”, en algunos sectores del protestantismo, se fortalecieron modelos evangélicos colegiados: tales fueron los casos de Timothy Keller (1950 – 2023) y John Stott (1921 – 2011).

 

El primero, tomó fuerza poco después de la caída del pentecostal, por eso, rechazó el protagonismo mediático, además, se centró en la apologética pastoral y la rendición de cuentas institucional. Todo esto, dentro del marco presbiteriano. Por su parte, Stott, rechazaba la política partidaria, el personalismo y la confrontación religiosa. Del mismo modo, se alejaba de las ansias de protagonismo.

 

 

XI

Conclusiones.

 

Desde la introducción de este trabajo, hemos hablado de predicadores latinoamericanos, como Yiye Ávila, quien, como Swaggart, enfatizaba en sus predicaciones, la santidad personal, así como un estilo emocional, eso sí, con una mayor profundización en la visión apocalíptica del mundo. Contrario al estadounidense, la vida de Ávila, fue austera y alejada de escándalos. Del mismo modo, como lo harían predicadores como Billy Graham, Ávila tendría una estructura ministerial, más comunitaria y descentralizada[25]. Un punto en común entre Swaggart y Ávila, era la seguridad, a la hora de la predicación.

 

Cuando observamos la historia del movimiento pentecostal, nos damos cuenta que, la tradición de piedad, de corte carismático, nació al mismo tiempo, que, los mercados de consumo, por ello, el movimiento pentecostal, ha usado todas las estrategias de los medios masivos. De ahí que, el pentecostalismo, se acomoda “casi perfectamente”, a la lógica de la televisión. En el caso de Jimmy Swaggart, él, se convertiría en una súper estrella.

 

En lo que refiere a los elementos históricos de la iglesia electrónica, es claro que hubo prácticas, que fueron evolucionando con el tiempo, por ejemplo, Billy Graham, no aspiró en principio a emisoras propias, sino, que optó por la colaboración con iglesias locales y medios establecidos, lo que le permitía la rendición de cuentas, esto le evitó los escándalos financieros, en los que luego cayeron otros predicadores. En lo que sí colaboró Graham, fue en la profesionalización de las producciones para medios de comunicación masiva.

 

En el caso de Graham, su fe bautista, influyó en su accionar en los medios de comunicación: énfasis en la conversión, evangelismo masivo, la relación con iglesias locales (Contrario a muchos predicadores anteriores, que prácticamente generaron “iglesias autónomas”).

 

Swaggart, se diferenció de Graham, en su estilo de predicación, que era más emocional, además de enfatizar el ataque doctrinal. En términos de Estados Unidos, el primero, se enfocaba en el “sur blanco protestante y obrero”; mientras el segundo, “predicaba a las clases medias, educadas y urbanas”. Ambos tenían una cristología Cristo céntrica, pero con estilos diferentes. Graham, era más “universalista”, Swaggart, era más combativo (Apologético) y exclusivista. El erudito Randall Balmer, sintetiza: “Graham era el embajador de la cruz; Swaggart, su soldado más emocional”. Si se asume ese rol de soldado, Swaggart, haría del literalismo bíblico, su arma, según su propia interpretación.

 

Por otro lado, no se puede negar que, predicadoras como: K. Kuhlman, feminizó el liderazgo mediático religioso. Según datos del 2019, el credo pentecostal, parece ventajoso para las mujeres, quienes, para el año citado, eran dos tercios de la feligresía de esa comunidad de fe[26].

 

Entre los 50 y 60, nos dice Hugo Assmann, en su libro: “La iglesia electrónica y su impacto en América Latina” (DEI, 1987), que la consolidación de la transnacionalización del capital, se da en esos momentos históricos. En la esfera política, era la época del Macartismo y el anti – comunismo, en esta etapa, se hacían reconocidos: Billy Graham y Jerry Falwell. En esa etapa, los teólogos estadounidenses, que abrazaban el modelo teológico “histórico – crítico”, ya no estaban dispuestos a dar apoyo ideológico al capitalismo. De ahí, el apoyo a los tele – evangelistas.

 

La politóloga, Sarah Diamond, en su texto: Spiritual Warfare: The Politics of the Christian Right[27], nos dice que: Swaggart, era un “evangélico de empresa privada”: eran quizás los inicios de la mezcla de comercio, espectáculo y religión[28]. Hoy, en la praxis, “la iglesia electrónica” de corte protestante, tiende a la opción por los poderosos y los ricos.  

 

Como fruto de la panorámica de un conjunto de predicadores famosos en el pasado, se pueden observar puntos en común y diferencias, entre actores como: Jim Bakker, Jerry Falwell, Oral Roberts y Pat Robertson.

 

Bakker, terminaría en la cárcel, Swaggart, no vivió esa experiencia, pero el segundo, al caer, logró mantener su audiencia de línea más tradicional. El primero, tuvo que reconstruir su programa y sus audiencias.

 

Valga decir que: las caídas de Bakker y Swaggart, socavaron la confianza pública de los tele – evangelistas, esto generó, entre otras cosas:

 

-          Desconfianza generalizada en el liderazgo evangélico televisivo.

-          Establecer rendición de cuentas, por medio de estructuras colegiadas.

-          Crisis financieras en ministerios similares.

-          Retorno a los liderazgos institucionales, por encima de los liderazgos personalistas – carismáticos.

-          Incluso en algunos casos, ciertos medios de comunicación cristianos, redactaron códigos de conducta interna, para los pastores y presentadores, que usaban sus espacios.

 

Así las cosas, la “iglesia electrónica”, no es un fenómeno monolítico, ha pasado por varias etapas históricas, que van desde la ya expuestas “cruzadas” (Billy Graham) pasando por el claro carismatismo (Jimmy Swaggart), hasta llegar a la proliferación de los mismos ministerios digitales[29]. En estas etapas, se ha manifestado la tensión entre lo privado (La práctica religiosa medida por las pantallas) y lo comunitario – público (Participación local, feligresía en un templo, reciprocidad).

 

Por otra parte, ya hemos dicho que: el caso de los Bakker, es un ejemplo de un importante sector de lo que podríamos denominar: “la religión estadounidense”; es un ejemplo de esa cultura, que, por la vía de la lógica imperialista, se impone a Occidente. Pero además es una muestra de cómo se trabaja con clases medias – altas, ellas, alienadas por el capitalismo, buscan somníferos religiosos.

 

Para la década de los 70, Jimmy Swaggart, deja de ser un predicador rural, transformándose en Estados Unidos, en un actor nacional del cristianismo pentecostal. De ahí, la construcción de un ministerio cada vez más independiente, masivo y conservador.

 

En la década de los 80, se dio un crecimiento de tele – predicadores, en los Estados Unidos, algunos de ellos, tendrían impacto en América Latina, entre ellos, lo tuvo sobremanera, Jimmy Swaggart. Su estilo en lo que se conoce como la “iglesia electrónica”, era caracterizado por emotividad y centrada teológicamente, en el arrepentimiento y la santidad personal. Desde esa perspectiva teológico – doctrinal, Swaggart, se acercaba mucho “a la pureza pentecostal”, pero moderno en sus formas de evangelización.

 

La presencia de estos tele predicadores, muestra la ambivalencia en el caso del pentecostalismo: antes de la presencia de ellos, estas corrientes, consideraban la televisión, como “caja del diablo”, luego vendrían las críticas, por el abandono de la ortodoxia doctrinal y, la disciplina eclesial.

 

En este trabajo, hicimos una panorámica, de ciertos tele evangelistas famosos, a los que, hemos llamado “clásicos”, es indudable que, Swaggart, fue teniendo claros los estilos de Rex Humbard y Oral Roberts y los fue modificando: más emocional, con más uso de la música, sermones fogosos y testimonios de conversión. De igual manera, Swaggart, rechazó la Teología de la Prosperidad[30], abrazando la Teología de la Cruz[31]. Se abre una pregunta que va más allá de los límites de este amplio ensayo: ¿Roberts ofrecía esperanzas tangibles y Swaggart culpa y redención?

 

Asimismo, como elemento diferenciador, Swaggart, usaba su talento musical, para atraer audiencia. Y entre ella, a los “pentecostales nostálgicos del sur de los Estados Unidos”.

 

Su estilo de predicación y teología, incidirá en el carismatismo católico[32] y protestante. Adicionalmente, de ser uno de los iniciadores del “evangelicalismo globalizado”, con base en Estados Unidos. En América Latina, los carismáticos católicos, comenzaban a imitar a los pentecostales de Estados Unidos. Frente a las clases populares en el subcontinente, las llamadas “iglesias históricas”, se mostraban lentas ante sus necesidades. Cosa contraria a las corrientes fundamentalistas. En el caso de Costa Rica, no se puede perder de vista, la incidencia de las clases medias.

 

Entre 1970 y 1980, se comienza a observar estadísticamente el descenso del catolicismo y el aumento de los evangélicos en América Latina[33]. A esto, contribuyeron predicadores como Billy Graham, esto, con el uso intensivo de medios de comunicación y hasta satélites, en eventos que se trasmitían en auditorios y templos: los que “se convertían a Cristo”, recibían consejería local. Lo cierto es que, desde la segunda mitad del siglo XX, es más claro el escenario de pluralismo religioso: el catolicismo pierde dominio, con evangélicos y pentecostales, como actores dinámicos.

 

En suma, hemos podido ver a través de esta amplia investigación que: Swaggart y otros predicadores, colaboraron con una mezcla religiosa compleja, donde las fronteras entre pentecostalismo, carismatismo y corrientes evangélicas, fueron y son, porosas.

 

Del mismo modo, en muchos países, modelos como la Teología de la Liberación, generaron rechazo en sectores del catolicismo, que buscaron refugio en el conservadurismo y modelos de evangelización, inclusive, semejantes a los de Swaggart.

 

El estilo de Swaggart, influiría al pentecostalismo latinoamericano: predicadores con tonos de llanto y súplica, el piano como instrumentalización musical; llamados a la conversión, semejantes a los que hacía este evangelista. Es decir, ese estilo, encajaría en algunos sectores de la religiosidad popular latinoamericana, especialmente, entre los pobres, fieles creyentes de experiencias religiosas directas[34] y sanadoras.   

 

Esto es clave: la fe en la intervención de Dios en la vida cotidiana; la comunicación directa con Dios (Tanto dentro de la liturgia como fuera de ella); y, la importancia de lo emotivo en esa comunicación. En la teología católica clásica (Digamos, antes del Concilio Vaticano II), estas cosas, no eran aprobadas, ni enfatizadas por la jerarquía de la iglesia católica.

 

Pese a estar en la sección de conclusiones, vale la pena detallar algunos aspectos del párrafo anterior: en el caso de los católicos – carismáticos, contrario a la teología católica clásica: Dios no es visto como un ser lejano e inaccesible, sino un Padre que responde con poder y amor, a las necesidades de sus hijos[35].

 

En lo que refiere, a la comunicación directa con Dios, dentro y fuera la liturgia, los carismáticos se basan en lo escrito por San Pablo: “El mismo Espíritu intercede por nosotros con gemidos inefables” (Romanos 8: 26). Para los carismáticos, esta es una realidad actual y accesible.

 

Así, la importancia de lo emotivo, en la experiencia espiritual, lo destacaba en su momento, Rainiero Cantalamessa, Predicador de la Casa Pontificia: el cristianismo es una experiencia de amor, y el amor implica emociones[36].

 

Es claro que, una serie de tele – predicadores, cayeron entre 1980 y 1990. En ese mismo periodo, en América Latina, se dieron una serie de procesos: crisis, violencia, migraciones, debilitamiento institucional[37]: de ahí, los sectores más empobrecidos, intensifican su búsqueda espiritual, de ahí el espacio, para las posiciones de “la tercera ola carismática”, que implica poder inmediato.

 

Como hemos visto, el ministerio de Swaggart, tiene dos partes: el de su inicio y auge; y el de su caída: en la segunda parte, el impacto de su material escrito bajó: este era usado solo por institutos independientes de formación teológica[38]. Los que, siguieron usando sus libros, formaban en un estilo: confrontativo y directo; se subrayaba el moralismo (“Hay que separarse del mundo”); trataban de establecer un lenguaje accesible a las audiencias en las que ejercerían su teología pastoral. Incluso, ese material, sería usado en Costa Rica, como base de cursos “libres” de teología en zonas rurales. 

 

Hoy, la música, es central en muchos ministerios de diversas comunidades de fe cristianas (Incluidas las de la Renovación carismática católica): la música, es considerada vehículo espiritual. En el caso de iglesias pentecostales costarricenses, himnos clásicos de Swaggart como “Jesus just the mention of your name” y “There is a River”, siguen sonando en sus cultos.

 

Antes de la aparición de un neo pentecostalismo más conciliador con el catolicismo, la línea de Swaggart, alimentaba una visión de enfrentamiento. Por ello, muchos pastores, usaban el material de los “Ministerios de Jimmy Swaggart”, como elementos de enfrentamiento con el catolicismo. El tema es, que esto contrastaba con la realidad del Concilio Vaticano II.

 

En los casos de Robertson y Swaggart, su visión conservadora de la sociedad, influiría posteriormente, en los denominados “partidos evangélicos” en Costa Rica[39]: fuerte oposición a los partidos de izquierda, el feminismo y la secularización de la cultura. De lo antes dicho, se deduce que, esta línea conservadora cerraba y cierra los ojos a los rápidos cambios en las sociedades[40].

 

Punto aparte, es clave para el surgimiento de estos partidos políticos, una realidad derivada de las iglesias pentecostales y neo – pentecostales, a saber: el acceso a una red de apoyo, compuesta por “los hermanos de las iglesias”; de esa red se pueden obtener beneficios: bienes, servicios, ayuda laboral, cuidado de ancianos y niños, alojamiento de migrantes, información sobre servicios o trabajos.  

 

Del mismo modo, hemos visto el enfrentamiento, entre la Teología de la Liberación, versus, una especie de “teología providencialista del capitalismo”, de donde se puede concluir, tal y como lo decía el erudito, Jeffrey Kaliber: “La religión en América Latina en los años 80, no podía separarse de los proyectos políticos en conflicto”[41].

 

En el caso costarricense, por un tiempo, los programas de Swaggart, fueron trasmitidos por lo que se conoció como “Cristovisión”, canal 31: podría interpretarse que, como parte de su línea editorial, consideraba que el tele predicador, había sido “quebrantado y restaurado”. Este tema del “quebrantamiento”, le permitía a quienes así pensaban, distinguir entre el mensajero y el mensaje[42]. Otros, admiraban su persistencia.

 

Su teología de la cruz, era considerado un señalamiento, frente al modelo “triunfalista de la Teología de la Prosperidad”. Esa teología, se ubica frente a la “tercera ola carismática”: el Ministerio de Swaggart, no habla de “nuevos apóstoles”[43], no enfatiza, señales y milagros. En lo que sí, resultaron similares fue en el uso de medios de comunicación masiva (Radio, televisión, Internet, redes sociales).

 

Pese a ello, predicadores como Swaggart, no dejaron de ser puentes, de la eclesiología difusa y la manipulación emocional, que luego alimentarían al neo – pentecostalismo.  Por otra parte, como ahora está “de moda” en las ciencias sociales, algunos autores, hablan de “formas de colonización extranjeras”, de las que sería parte el pentecostal y como respuesta de esas formas, se habrían generado, recepciones, adaptaciones y resistencias.  

 

Una vez fallecido el evangelista, el discurso que ha intentado instaurarse es: “Jimmy Swaggart, fue el predicador más grande del mundo. Siendo “siervo bueno y fiel”, un hombre que vivió y fue restaurado por la causa de Cristo”.

 

Quizás desde una perspectiva más objetiva, podemos decir que: “las sombras de Swaggart”, son una perenne advertencia, de los peligros del personalismo religioso[44], la falta de la rendición de cuentas, del poder seductor de los medios de comunicación.

 

Por otro lado, parte de su legado, será: el uso de medios de comunicación religioso (Posteriormente, de esa actividad, en Costa Rica, surgirían pastores, que tendrían acción política, con agrupaciones como: Restauración Nacional).

 

De igual manera, el modelo de culto musical y de predicación emocional, luego serían replicados en comunidades de fe neo pentecostal. Y ya dentro de ellas o en otras denominaciones, todavía se da la centralización en un solo líder espiritual.

 

En otro orden de cosas, “el caso de Swaggart, permitió ver, el choque de las tradiciones, católica y evangélica:

 

-          La segunda, se dividía entre el perdón rápido y la rendición de cuentas. La primera, llama al perdón, pero también al arrepentimiento y a la reparación visible.

 

-          Para el catolicismo, la base es la liturgia y la comunidad. Para los evangélicos, incluso hoy, en ciertos grupos, se tiende a ministerios sustentados en la personalidad. Aquí, cabe recordar lo que escribió el teólogo protestante, Walter Brueggemann: “La celebridad ha reemplazado la obediencia; el espectáculo ha usurpado la fidelidad”.

 

-          La estructura eclesial evangélica, tuvo que reconocer, su fragilidad institucional, ante figuras de gran poder mediático. En el catolicismo, la jerarquía y los sacramentos, como respuesta al “individualismo espiritual”. Teólogos católicos, dirían que, la autoridad cristiana, no se impone por los medios de comunicación, sino (Dirían los teólogos de la liberación), por la fidelidad del Evangelio y de los pobres.  De hecho, el tema de las estructuras ligeras pero reproducibles, siempre, será lo propio del pentecostalismo, contrario al catolicismo.

 

 

Swaggart ha muerto: su ministerio pasó por varias etapas: un auge estruendoso, una caída accidentada, hoy, ante el final de su vida, hemos visto las lecciones que ha dejado, para el cristianismo contemporáneo.

 

La vida del evangelista, tuvo como toda existencia, luces y sombras, luces y sombras que, marcaron su ministerio y su testimonio. Él pasó por la idea de ser “intocable”, confiado en su carisma, confiado en su talento, en efecto, llegó a ser: “un mito viviente”.

 

Solo para demostrar su fuerza, se dice que había abastecido el 40 % de los fondos y materiales médicos y educativos, de las Asambleas de Dios en Honduras; se dice que, en El Salvador, entregó 6 millones de dólares

 

Pero, quien predicaba sobre el Padre, el Hijo, el Espíritu Santo; quien predicaba sobre ángeles, terminaría como el protagonista de aquella película: “El Ángel Azul”, de 1930: el profesor del filme, pierde su reputación, arrastrado por su obsesión, con una cantante de cabaret.

 

Para algunos “este fue el final de Swaggart”; para otros: “el predicador se levantó”; su fama ya no fue igual, pero, su arrepentimiento fue genuino, de ahí, la predicación sobre la cruz de Cristo, el perdón y la restauración.

 

Desde los que opinaban en la línea “de la misericordia y el perdón”, Swaggart, había terminado su vida, renovado y sanado, había vivido, profundamente arrepentido, un penitente dolido, que vivió sus últimos años, de forma resignada, pero en profunda comunión con Dios. ya no estaba en los grandes escenarios, su espacio era más reducido.

 

Para otros, los eventos de la “caída de Swaggart”, terminaron dividiendo a los pentecostales conservadores: unos, se terminaron alejando; otros, vieron en su vida, una advertencia solemne, vieron la gracia y el perdón de Dios.

 

Como puede verse, frente a la “caída”, se generó una tensión entre: “condenarlo” o “reconocer la gracia del perdón de Dios en él”, lo que, refleja la complejidad emocional y teológica, de lo que se conoce como “los evangélicos” y hasta de los carismáticos, en América Latina.

 

En el caso costarricense, lo que le sucedió a Swaggart, fue utilizado por ciertos medios de comunicación para ironizar respecto a su mensaje moralista y, su vida privada (Fue el caso de “El Semanario Universidad” y algunas columnas del “Periódico La Nación”).

 

En otro orden de cosas: ¿Estaremos ante otro gran despertar?: para ciertos eruditos, el contexto en el que este tipo de fenómenos se presentan tiene que ver con cambios que cuestionan las interpretaciones morales y religiosas, cuestionando las antiguas instituciones[45].

 

Es el momento en el que escuelas, las iglesias, la policía, los tribunales, no pueden ejercer el control. Pero incluso, una serie de estructuras, no pueden cumplir sus objetivos, esto cubre a los gobiernos mismos[46].

 

Desde esta perspectiva, “los despertares” se darían en contextos en donde “lo que debe ser conservado, es cuestionado”. Nótese, que las condiciones de un “despertar”, serían en pro de la defensa de una visión conservadora.

 

Sin embargo, modelos como la Teología Latinoamericana de la Liberación, ven en estas coyunturas, oportunidades de cambio (Leonardo Boff)[47], véase que no estamos hablando de revitalización del conservadurismo. Por otra parte, en esta “teoría de los despertares religiosos”, se habla de la articulación de un conjunto de líderes, que, llevan adelante, una nueva cosmovisión: ¿Se observa esto, en el momento presente?

 

Así las cosas, estos teóricos, parecen partir de un cierto determinismo, para visualizar “un nuevo despertar religioso”; aún más, para ellos, los “despertares”, estarían ligados a grandes eventos, acaecidos en los Estados Unidos (¿Una especie de localismo ingenuo?).

 

Tal parece que ese conservadurismo, estuvo muy presente en personalidades como Pat Robertson o Jimmy Swaggart. Ellos, cumplirían, lo que, en algún momento, estableciera el sociólogo, Anthony FC Wallace: estos actores, prefieren niveles de tensión crónicos a promover cambios sistémicos.

 

Así, hemos visto a lo largo de esta investigación, que, muchos de los actores de la “iglesia electrónica”, abrazaron o abrazan la idea “de que todo tiempo pasado fue mejor”, de lo que se trataría, por ejemplo (Esto lo decía mucho Robertson): “de volver a los 10 mandamientos”.

 

El tema es que, sin tener claro, si se estaría “ante un nuevo despertar religioso”, lo cierto es, que se está en “un claro tiempo de polarización”. Tal parece, que, en términos teológicos, por lo menos en el catolicismo, las respuestas, comenzarían a venir de la Teología Mística (Así lo demuestran las obras del filósofo Mariano Corbí y el recientemente fallecido, sacerdote y sociólogo de la religión, J. Amando Robles Robles.)[48].

 

Con esto dicho, podríamos decir que, desde una visión conservadora, “la iglesia electrónica”, (Valga expresar con gran fuerza del neo pentecostalismo), sería parte de un nuevo despertar. Para una visión, “más de avanzada”, tal conclusión estaría totalmente descaminada. Nosotros, somos partidarios de esa segunda tesis.

 

Para los conservadores, por ejemplo, “en el tercer gran despertar” (1890 - 1920), cuando la esclavitud en Estados Unidos, seguía siendo un problema; con un desempleo generalizado; agitación laboral; corrupción en las grandes ciudades; auge del “Darwinismo biológico”; novedad del psicoanálisis; e inicios del “liberalismo teológico”. Aparece un predicador del reavivamiento o de corte carismático, del que ya hablamos, Billy Sunday.

 

Bajo esta tesis inicial, no es extraño que haya teólogos pentecostales que piensen, aunque no lo escriban o digan, que Swaggart, tuvo su auge, en el tiempo en el que, “Estados Unidos, pasaba por grandes problemas en ese tiempo”.

 

Pero lo cierto es que Sunday, no pudo detener el avance de la Teología Bíblica, de la Historia como ciencia social, de la Geología, como rama del conocimiento; de la aceptación del método científico; de los pilares de la ciencia y la Teoría de la evolución a la psicología originada en Freud; de la transición de una economía agrícola a una industrial; y en materia político social, las bases de la planificación económica y las reformas sociales (En el caso costarricense, con sustento en la Doctrina Social de la Iglesia Católica).

 

En Costa Rica, las críticas al liberalismo, encontrarán su culmen, en la década de los 40, esto parece que sucedería en los Estados Unidos, en la década de los 60, para ciertos autores, en ese momento, ese país, enfrentaría su crisis más grande[49].

 

En el caso de Estados Unidos, el miedo se alimentaba en la posibilidad de una hecatombe nuclear, la guerra de Vietnam, el movimiento de “la muerte de Dios”. Para los “liberales económicos”[50], el Estado de Bienestar, fracasa pues era corrupto, de ahí, para los conservadores de los que estamos hablando, estos son los antecedentes del “Cuarto Gran Despertar” (Del que fue parte Jimmy Swaggart y otras personalidades de la “iglesia electrónica”).

 

En esta investigación, hemos dicho que: desde los años 20, evangelistas como Aimee Semple Mc Pherson, usaron la radio, para predicar a grandes audiencias, la emisora de Semple, KFSG, en los Ángeles, fue una de las primeras estaciones cristianas. Ellos, destinarían la mayoría de los fondos que recibían, lo destinaban a la compra de tiempo en la radio.

 

Este sería el inicio de lo que luego se presentaría como una especie de “transacción capitalista”:  la mercancía de la salvación, es presentada con una secuencia publicitaria[51]. Esto, también permite observar un elemento de “privatización de la religión”: el contenido religioso, se convierte en un producto más del mercado mediático, compitiendo con otros formatos de entretenimiento.

 

Por otro lado, la libertad de difusión, queda sometida al “sistema de precios y mercados”; es decir, aun hoy, si se “puede pagar tiempo en radio comercial”, ese será el alcance; otros, tienen espacios en las “emisoras religiosas”; los de más allá: o tienen espacio en “televisoras religiosas” o en sus propias estructuras comunicativas (Fue el caso de Swaggart). En suma: las comunidades de fe, que participan en la palestra de “la iglesia electrónica”, son más visibles, que las que no participan. Esto permite más cobertura y reconocimiento para ellas.

 

En este trabajo, se ha explicado mejor, el lujo, el refinamiento y las proporciones faraónicas, de las bases de operación, de lo que serán alas grandes cadenas de televisión cristianas. Esto, lo hemos visto, en los casos de Bakker, Paterson y Swaggart.

 

De igual manera, hemos visto los medios por los que los actores de “la iglesia electrónica”, adquirían o adquieren sus fondos:   

 

-          La venta del espacio sagrado: los predicadores solicitan las contribuciones a lo largo de sus programas.

 

-          La venta del tiempo de oración: algunos, vendían “tiempo de oración”, para “casos personales”.

 

-          La entrada “a un club”: hemos visto el caso de “PTL” o “Club 700”.

 

-          Venta de objetos religiosos: ya hemos expresado que, muchos de estos predicadores, critican al catolicismo romano, pero presentan algunos “elementos semejantes”; tal es el caso de lo que, en el catolicismo clásico, se llaman: “sacramentales”[52]. en el caso de “la iglesia electrónica”, se observa en muchos casos, la venta de amuletos, baratijas o suvenires.

 

-          Los llamamientos personales que simulan intimidad: un caso clásico, era ver, en muchas ocasiones, a Swaggart, haciendo “llamados a conversión”, esto, junto a estrategias televisivas (Tomas cerradas al rostro del evangelista). En muchas ocasiones, “esos llamados que parecían personales”, se daban en medio “de grandes cruzadas evangelísticas”.  

 

-          Amenaza de tener que suspender el programa: en este trabajo, vimos un caso en esa línea. La simulación de una crisis financiera.

 

 

Independientemente de lo dicho, los programas[53], producidos por la iglesia electrónica, aportan en lo positivo, el tener presente el valor de la fe cristiana, ella, como una opción de vida.

 

Pero, en lo negativo, en muchas ocasiones, “ha privatizado la religión”, haciéndola menos comunitaria. Tal parece, que en esto colabora, el tema del énfasis de la relación personal con Dios, propia del protestantismo.

 

Por otra parte, también hay evidencia en el sentido que, la “iglesia electrónica”, puede fortalecer el sentido comunitario: por ejemplo, las cruzadas. Los casos de Ávila y Graham, demuestran que, la mediatización, no buscaba erosionar las comunidades de fe, eso sí, para ello, esas comunidades de fe, debían existir: nos explicamos: en el caso de Swaggart, al salir de las Asambleas de Dios, tuvo que fortalecer su propia infraestructura comunitaria, su propia iglesia (Otro caso radical, fue el de Hugo Gambetta en el adventismo)[54].

 

En suma, en el momento presente, las llamadas mega iglesias y los ministerios digitales (Canales de predicación, podcasts, plataformas interactivas); operan en una ambigüedad funcional:

 

-          Privatizan: pues ya no es necesaria la presencia física en los templos, se puede acceder a cultos y misas desde los hogares (Los católicos insisten en que, las misas “mediadas”, son para los enfermos o los que no pueden ir a los templos, quienes están en condiciones físicas, deben asistir de manera presencial. Se ha insistido en esta idea, después de la coyuntura del Covid – 19[55]). También en la lógica de privatización, está el tema de lo asincrónico, la persona, puede dominar el momento en el que observa los productos de la “iglesia electrónica”, esto, implica una privatización de la práctica religiosa, si se participa en chats y grupos, reducen el efecto privatizador.

 

-          La posibilidad de hacer comunidad, por medio de “lo digital”: esa construcción, es posible, por ejemplo, grupos pequeños online, chats en vivo, plataformas de discipulado, llamadas a la acción para encuentros presenciales y voluntariado. Si los ministerios digitales, tienen estrategias de conexión “fuera de lo digital” (Seguimiento de “convertidos”, invitación de grupos locales, formación de células). Entonces, lo digital refuerza la comunidad en lugar de reemplazarla. 

 

 

Ahora bien, si entramos un poco en materia de las Ciencias Políticas, si se mira la organización de las iglesias evangélicas (Como sistema parapolítico[56]), ellas son más democráticas que la jerarquía católica, ahora, en cuanto al impacto de ellas en el sistema político, los evangélicos, en tanto conservadores, por medio “de los partidos políticos evangélicos”, tienen una cuota de poder, dentro de ese sistema, por su parte, los católicos conservadores, generan alianzas con ellos. Los católicos “de avanzada”, tienen más problemas para ello.  

 

Finalmente, ya hoy, es evidente, que no vale la pena competir contra “la Iglesia Electrónica”, en el asunto del catolicismo, ya hemos hablado del caso de la “Madre Angélica”. En el caso costarricense, la televisión cuenta con “Tele Fides” y “San José TV”. Por si fuera poco, hay todo un ecosistema de apologetas en Youtube, entre los que mencionamos:

 

-          Santiago Alarcón: convertido del protestantismo.

-          Rodrigo Calvo: politólogo y teólogo.

-          Luis Lisboa: teólogo, convertido del protestantismo.

-          Guido Rojas: teólogo laico.

-          Dante Urbina: docente, autor, conferencista y economista.

 

Con todo esto dicho, desde las Ciencias Sociales, deben observarse los cambios en el panorama religioso de América Latina y cuáles van a ser las distintas estrategias de las diversas comunidades de fe, en la construcción del rostro religioso latinoamericano, incluida la tensión entre la realidad del cristianismo y, la propia de la indiferencia religiosa.

 

Glosario.

 

Agenda conservadora o neo conservadora: oposición a la ampliación de los derechos sexuales y reproductivos, en defensa de la familia tradicional, además, es clara la resistencia al reconocimiento de la comunidad LGTBIQ+ y una férrea oposición a la legalización del aborto. 

 

Avivamientos espirituales: La obra del Espíritu Santo en la restauración del Pueblo de Dios, a una vida espiritual, testimonio y obra más vitales a través de la oración y la Palabra después del arrepentimiento en crisis por su declive espiritual.

 

Conservadurismo católico: sector particularmente reacio al diálogo ecuménico e interreligioso, ven en general a todas las iglesias cristianas fuera del catolicismo, como una desviación de la verdadera iglesia de Cristo (La católica).  Pese a ello, en la palestra socio – política, se han aliado con pentecostales y neo pentecostales en la defensa de una agenda conservadora o neo conservadora.

 

Ecumenismo estratégico: alianzas, sobre todo, entre el conservadurismo católico y pentecostales y neo pentecostales, con el objeto de alcanzar objetivos dentro de la agenda conservadora o neo conservadora. Esas alianzas son débiles y circunstanciales. 

 

Evangelicalismo: Rama del protestantismo, corriente cristiana, es un movimiento dentro del cristianismo protestante que promueve que la esencia del evangelio consiste en la doctrina de la salvación por gracia a través de la sola fe en la expiación de Jesucristo. ​ Los evangélicos creen en la centralidad de la conversión o en la experiencia de «nacer de nuevo» cuando se recibe la salvación, en la autoridad de la Biblia como la revelación de Dios a la humanidad y en la difusión del mensaje cristiano. 

 

Fetichismo: en el marxismo, el fetichismo, está dirigido a la mercancía, se refiere a la atribución de cualidades sobrenaturales o poderes a objetos materiales, como si fueran entidades con voluntad propia, en lugar de reconocer que son productos del trabajo humano y las relaciones sociales.

 

Fundamentalismo: Orientación teórica y las formas prácticas de organización de un amplio anti modernismo, cultural y político.

 

Homo Videns: para el politólogo Giovanni Sartori, el “hombre pensante”, que ha sido sometido a la exposición continua de imágenes, lo transforma en un “Homo Videns”: incapaz de desarrollar procesos cognoscitivos, concretamente la capacidad de abstracción.

 

Iglesia electrónica: comunidades de fe o predicadores, que usan intensivamente los medios electrónicos: desde la radio, pasando por la televisión, hasta llegar a las diversas herramientas del Internet.

 

Iglesias evangélicas: iglesias venidas a principios del siglo XX.

 

Iglesias históricas: las surgidas directas de la reforma, su llegada a América Latina, se debe a las olas migratorias, de fines del siglo XIX y principios del XX.

 

Iglesias pentecostales: surgen en su mayoría, tras la renovación espiritual en Estados Unidos, a finales del siglo XIX. Con excepciones, estas comunidades de fe, llegan a América Latina, hacia mediados del siglo XX.

 

La Ley de la siembra y la cosecha: también conocida como la ley de causa y efecto, es un principio espiritual que establece que cada acción tiene una consecuencia, ya sea buena o mala. En la Teología de la Prosperidad, la siembra de “diezmos y ofrendas”, “cosecha” “las bendiciones de Dios”.

 

Las Asambleas de Dios: Denominación cristiana pentecostal a nivel mundial, con una fuerte presencia en diversos países. Son conocidos por su énfasis en el bautismo del Espíritu Santo, la sanidad divina y la evangelización.

 

La creación preadámica: también conocida como preadamismo, es una creencia teológica que postula la existencia de seres humanos o seres similares a humanos antes del personaje bíblico Adán. Esta idea se distingue de la creencia tradicional abrahámica que considera a Adán como el primer ser humano. Aparte de Jimmy Swaggart, otros tele evangelistas que predican este tesis son: Kenneth Copeland, Benny Hinn, John Hagee[57]. En América Latina, quien ha desarrollado este tema, es Armando Alducin.

 

Movimiento de Renovación Carismática Católica: movimiento dentro de la iglesia católica, que busca una experiencia más personal y profunda de la fe, a través del Espíritu Santo.

 

Neo pentecostal: En función de los elementos teológicos, se ha definido el neopentecostalismo como una tradición religiosa protestante o evangélica que fusiona doctrinas pentecostales y reformadas con la llamada “teología de la prosperidad”, con especial énfasis en la sanidad, la guerra espiritual y el exorcismo.

 

Palabra de Ciencia:  en un contexto religioso, se refiere a un don espiritual que permite a una persona comprender y comunicar verdades profundas sobre Dios y su obra, a menudo a través de revelaciones o intuiciones sobrenaturales. 

 

Sacramentales: Signos sagrados instituidos por la iglesia católica para preparar a los fieles para recibir los sacramentos y santificar diversas circunstancias de la vida.

 

Teología de la Liberación: modelo teológico con fuerte impacto social que surgió en América Latina, a mediados del siglo XX: se centra, en la interpretación del mensaje cristiano desde la perspectiva de los pobres y oprimidos, buscando su liberación económica, política y social.  

 

Teología de la Prosperidad: modelo teológico, que celebra el logro personal, sobre todo económico, como un signo de salvación.

Anexo 1.

De los púlpitos a los medios: comparación entre Billy Sunday, Billy Graham y Jimmy Swaggart.

 

La historia del protestantismo evangélico estadounidense del siglo XX puede trazarse, en parte, a través de tres figuras carismáticas que marcaron distintas etapas: Billy Sunday (1862–1935), predicador del revivalismo de principios del siglo XX; Billy Graham (1918–2018), arquitecto de la “iglesia electrónica” en la era de la televisión; y Jimmy Swaggart (1935– 2025), uno de los más influyentes teleevangelistas de la segunda mitad del siglo XX antes de su caída pública por escándalos sexuales.

 

Si bien comparten un denominador común —la predicación masiva del evangelio desde una perspectiva evangélica conservadora— sus contextos, medios y estrategias reflejan cambios profundos en el papel de la religión en la cultura estadounidense y, por extensión, en la proyección internacional del evangelismo.

 

Billy Sunday emergió como predicador en la era del Progressive Era (1890–1920), marcada por el crecimiento urbano, las migraciones internas y el auge del Social Gospel como contracorriente. Su predicación coincidió con el apogeo de las campañas de avivamiento (revivals. Para algunos autores, Graham retomó esas campañas) en carpas y auditorios, con un fuerte énfasis en la moralización pública, la prohibición del alcohol y el patriotismo. Creció en un hogar fundamentalista. Además, experimentó, una fuerte conversión personal.

 

Billy Graham comenzó su ministerio masivo en el contexto de la posguerra, la Guerra Fría y la consolidación de Estados Unidos como potencia global. Sus cruzadas se asociaron con el anticomunismo, el ecumenismo moderado y una imagen pública de integridad que le permitió acceder a medios de comunicación masivos, incluyendo radio, televisión y cine evangelístico. Como Sunday, creció en un hogar fundamentalista. Asimismo, su conversión personal, parece, fue impactante. Pero, a diferencia de Sunday, Graham, mostraba la “crisis de expectativas” después de la II Guerra Mundial: se suponía que, las tensiones internacionales iban a disminuir, en realidad, se abrió la etapa de: “La Guerra Fría”.

 

Jimmy Swaggart, emergió en la televisión evangélica de los años 70 y 80, en pleno auge de la Moral Majority y el cristianismo político conservador. Su ministerio combinó música gospel, predicación vehemente y una narrativa emocional centrada en el arrepentimiento personal, antes de sufrir un declive abrupto tras escándalos de índole sexual en 1988 y 1991. La narrativa emocional de Swaggart, era semejante a la de Sunday: Biblia en mano, caminando a lo largo de la plataforma, con total autoridad y seguridad, hablando con franqueza a las masas, con una imagen convincente y dinámica.

 

En lo que refiere a sus estrategias comunicacionales y mediáticas, podemos decir lo siguiente:

 

Sunday operaba antes de la era de la televisión. Su impacto dependía del contacto físico con el público, la teatralidad y el uso de metáforas deportivas, fruto de su pasado como jugador profesional de béisbol. La prensa escrita era su principal amplificador. Su oratoria, era conmovedora.

 

Graham profesionalizó la comunicación evangelística. Trabajó con productores, diseñadores y equipos de relaciones públicas. Su programa televisivo Hour of Decision y las películas de la Billy Graham Evangelistic Association crearon un modelo de predicación global. Como Sunday, su oratoria conmovía a las audiencias.

 

Swaggart llevó el modelo televisivo a un formato emocionalmente intenso, con transmisiones diarias de culto, música en vivo y sermones apasionados. Fundó su propia red, y cultivó una base de seguidores que lo veían más como un pastor personal que como una figura institucional.

 

En síntesis, su enfoque temático y teológico, presentaba las siguientes características:

 

Sunday: énfasis moralista y patriótico; luchas contra el alcohol, el baile y “los vicios urbanos”. Menor atención a teología sistemática y mayor al llamado al arrepentimiento inmediato. Su objetivo, era “salvar almas individuales”. No planteaba un cristianismo social. Su prédica fundamentalista, instaba a volver a lo básico: Biblia, creencia en el poder de Dios, familia, trabajo duro, vida sana.

 

Graham: mensaje centrado en la cruz, el nuevo nacimiento y la conversión personal, pero con apertura ecuménica. Evitó polémicas doctrinales, buscando amplitud de convocatoria. Como Sunday, no planteaba un cristianismo social. Su prédica, prácticamente, tenía las mismas características fundamentalistas de Sunday.

 

Swaggart: énfasis pentecostal, con fuerte componente emocional y apelaciones a la intervención directa del Espíritu Santo. También desarrolló un estilo de denuncia del pecado que, paradójicamente, lo expuso a críticas tras sus propios escándalos.

 

De igual manera, su proyección internacional, mostró diferencias:

 

Sunday: alcance limitado fuera de EE. UU., aunque su estilo influyó en predicadores de avivamiento en Canadá y el Reino Unido. Fue apoyado por el millonario, John D. Rockefeller.

 

Graham: figura global, con cruzadas en más de 180 países, uso de traducción simultánea y adaptación cultural de su mensaje. Fue apoyado por el millonario, William Randolph Hearst. De hecho, el mensaje de Graham, era perfecto para las clases altas estadounidenses: valores puritanos, defensa del “conservadurismo” en lo social; esto le dio apoyo por parte de las élites, económicas y políticas del país. Su mensaje se ampliaba, por medio de los periódicos de Hearst. 

 

Swaggart: fuerte presencia internacional en la década de 1980 gracias a satélites y redes de radio, especialmente en América Latina, África y el Caribe, donde sus programas doblados al español y portugués alcanzaron gran popularidad.

 

Finalmente, sobre su legado, podemos decir lo siguiente:

 

Sunday: no enfrentó escándalos personales graves, pero su estilo teatral fue ridiculizado por críticos culturales y decayó con la llegada de medios más modernos.

 

Graham: mantuvo una reputación de integridad, aunque fue criticado por su cercanía con presidentes y por haber minimizado cuestiones de justicia racial en sus primeros años.

 

Swaggart: sus escándalos sexuales provocaron un colapso en su credibilidad, pero siguió predicando a un público reducido, convirtiéndose en un caso de estudio sobre los riesgos del culto a la personalidad en el ministerio mediático.

 

 

Anexo 2.

Charles E. Coughlin: antecedente de la “iglesia electrónica”: religión, populismo y política.

 

El caso de Charles E. Coughlin (1891–1979), el llamado “radio priest” estadounidense de las décadas de 1930–40, ofrece un ejemplo pionero de cómo los medios electrónicos transformaron la acción religiosa en instrumento de movilización política y populista.

 

Con él. se puede entender la genealogía temprana de la iglesia electrónica y las tensiones éticas, sociales y democráticas que emergen cuando líderes religiosos acceden directamente a audiencias masivas sin los filtros institucionales tradicionales.

 

Sostenemos que Coughlin constituye un antecedente clave de la iglesia electrónica porque: (1) instrumentalizó la radio para constituir una congregación virtual translocal; (2) articuló un discurso híbrido —religioso, económico y conspirativo— que configuró la identidad política de su audiencia; y (3) desarrolló una infraestructura comunicacional (programas radiofónicos + revista Social Justice) que anticipa formas posteriores de religiosidad mediática (televangelismo, radioevangelismo, y por extensión, la religión en Internet).

 

Coughlin comenzó a usar la radio en la década de 1920 y alcanzó su apogeo durante los años de la Depresión, llegando a decenas de millones de oyentes —según estimaciones conservadoras, hasta 30 millones en su momento de mayor influencia—. La radio, medio emergente, permitió a Coughlin sortear intermediarios (prensa local, jerarquía eclesiástica regional) y establecer una relación directa, íntima y repetida con oyentes dispersos geográficamente; esa relación se asemeja a la de una comunidad religiosa extendida por medios electrónicos, es decir, a una forma temprana de “iglesia electrónica”.

 

El contenido de Coughlin integró nociones teológicas, críticas al capitalismo y mensajes conspirativos (con fuertes tintes antisemitas en su etapa tardía. En el capítulo II de este amplio trabajo, hemos visto las consecuencias de ese antisemitismo, en lo que consideramos los inicios de “la iglesia electrónica”).

 

Su programa articulaba un lenguaje religioso —autoridad sacerdotal, apelaciones morales— con propuestas de reforma monetaria y ataques a las élites políticas y financieras. Esa frontalización del sermón como discurso político-populista muestra cómo la retórica religiosa puede funcionar como marco legitimador de demandas sociales y como catalizador emocional de adhesiones políticas. Estudios recientes que cuantifican el impacto de sus emisiones confirman que el formato mediático potenció su capacidad de persuasión.

 

Además de la radio, Coughlin creó y difundió la revista Social Justice (fundada en 1936), que amplificó y sistematizó su agenda política y teórica. La conjunción de emisión oral y prensa escrita conformó una ecología comunicacional que consolidó la cohesión del público y generó canales de conversión política (cartas, donaciones, apoyo a candidaturas). Esta estrategia multimodal (audio + papel) prefigura las prácticas de las posteriores “iglesias electrónicas” que combinarían transmisiones audiovisuales con publicaciones, merchandising y recaudación directa.

 

Si entendemos por iglesia electrónica no sólo la mera transmisión religiosa por medios electrónicos, sino una forma de institución religiosa mediada por electrónica que ejerce influencia sociopolítica, entonces Coughlin es un prototipo: fundó una comunidad mediática, produjo contenido político-religioso y operó fuera (y a veces en tensión con) los canales eclesiásticos formales. No obstante, hay discontinuidades importantes: Coughlin operó en la radio —antes de la televisión de masas— y su repertorio incluyó explicitamente elementos autoritarios y antisemitas que no son inherentes a todo televangelismo. Por tanto, Coughlin es antecedente y advertencia, no mera réplica mecánica de fenómenos posteriores.

 

El caso muestra cómo la unión de carisma religioso y medios masivos puede producir formas de populismo religioso con efectos ambivalentes: por un lado, articulan demandas materiales legítimas en contextos de crisis económica; por otro, pueden vehiculizar exclusiones, estigmatizaciones y conspiraciones que minan la deliberación democrática. La descentralización comunicativa (voz directa al “pueblo”) facilita la emergencia de liderazgos carismáticos que compiten con instituciones representativas y con la propia jerarquía religiosa cuando ésta no controla el altavoz mediático. Las dinámicas de polarización y delegitimación de rivales observadas en el caso Coughlin anticipan patrones de convivencia entre religión mediática y populismo observables en otros contextos del siglo XX y XXI.

 

Charles E. Coughlin encarna una forma temprana de iglesia electrónica: no porque inventara una doctrina mediática sino porque explotó la nueva tecnología para construir una comunidad religiosa-política mediada electrónicamente. Su caso invita a una agenda comparativa (radio de los años 30 vs. televangelismo de los 70–90 vs. religión en internet y redes sociales) que examine: (a) cambios en los formatos comunicacionales; (b) transformaciones en la economía de la atención religiosa; (c) correlaciones entre crisis económicas y auge de líderes religiosos populistas; y (d) respuestas institucionales (iglesias, reguladores, medios) frente a la politización mediática de la fe. Comprender estas dinámicas es crucial para evaluar riesgos y diseñar respuestas que protejan la pluralidad democrática sin instrumentalizar la libertad religiosa.

 

 

Anexo 3.

Fulton J. Sheen y la génesis de la Iglesia Electrónica: una reflexión histórico-comunicacional.

 

El arzobispo católico Fulton J. Sheen (1895–1979) había sentado muchas de las bases estéticas, técnicas y discursivas que más tarde serían aprovechadas por este movimiento mediático-religioso. Analizar a Sheen desde esta perspectiva permite comprender cómo un líder católico se convirtió en pionero en el uso de los medios electrónicos para fines pastorales y evangelizadores, y cómo su experiencia se relaciona con un fenómeno predominantemente protestante.

 

En los años treinta y cuarenta, la radio era el medio de masas más influyente en Estados Unidos. La Iglesia católica, minoritaria y frecuentemente objeto de prejuicios en un país de mayoría protestante, comenzó a explorar estrategias para mejorar su imagen pública y comunicar sus enseñanzas. Fulton J. Sheen emergió como una figura central en este esfuerzo gracias a su carisma, formación filosófica y oratoria refinada.

Su programa The Catholic Hour (NBC Radio, 1930–1952) alcanzó audiencias millonarias, y posteriormente Life is Worth Living (1951–1957, DuMont Television Network, luego ABC) lo consolidó como un ícono televisivo, capaz de atraer no solo a católicos sino a un público interconfesional.

 

Sheen combinó tres elementos clave que anticiparían técnicas de la iglesia electrónica:

1.       Personalización del mensaje: Hablaba directamente a la cámara, generando una relación de proximidad emocional.

2.       Uso escénico del cuerpo y el espacio: Su pizarra y sus gestos amplios convertían la lección teológica en un acto dramático.

3.       Narrativa moral universal: Aunque defendía la doctrina católica, articulaba sus discursos en torno a valores y dilemas compartidos por creyentes y no creyentes.

Este estilo rompía con el formato rígido de la homilía litúrgica y mostraba que el medio televisivo requería un lenguaje visual y narrativo propio.

 

A diferencia de figuras como Oral Roberts, Pat Robertson o Jimmy Swaggart, Sheen no construyó un ministerio basado en donaciones directas ni en la venta masiva de productos religiosos. Su proyecto estaba respaldado institucionalmente por la jerarquía católica, y sus ingresos provenían principalmente de patrocinios comerciales y regalías de libros.

 

No obstante, las continuidades son notables:

·         El uso del carisma como capital mediático.

·         La creación de una comunidad de audiencia más allá del espacio físico del templo.

·         La habilidad para insertar contenido religioso en la lógica de entretenimiento televisivo.

 

Sheen ganó un Emmy en 1952 como “Personalidad más destacada en televisión”, compitiendo contra comediantes y presentadores de variedades. Este reconocimiento mostraba que el discurso religioso podía tener relevancia en la cultura popular secular. Su capacidad para generar audiencias interconfesionales abrió un camino que, con fines diferentes, sería transitado por tele-evangelistas evangélicos.

 

En términos de influencia, se pueden identificar dos dimensiones:

·         Técnica: la integración de recursos audiovisuales y escénicos en la predicación.

·         Simbólica: la validación de que un líder religioso podía ser, simultáneamente, una figura mediática de alcance nacional.

 

Si bien Sheen no fue parte de la “iglesia electrónica” en el sentido estricto y contemporáneo del término, su experiencia demuestra que las estrategias mediáticas no son exclusivas de un credo, sino de la capacidad de adaptación a la lógica de los medios. En este sentido, Sheen puede ser considerado un “proto-predicador electrónico” cuyo modelo fue reinterpretado por otras tradiciones religiosas, especialmente en el marco del auge evangélico televisivo posterior.

 

 

Anexo 4.

La iglesia electrónica: el caso de Hugo Gambetta hasta la independencia de El Evangelio Eterno.

 

Hugo Gambetta, es un pastor argentino, que tuvo gran fama, en el marco de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. el proceso de mediación electrónica facilitó tanto la expansión del alcance ministerial de Gambetta como la transición hacia una estructura institucional independiente, con efectos ambivalentes sobre la vida congregacional y la gobernanza religiosa.

 

La literatura sobre mediatización religiosa subraya que los medios no son solo canales de difusión: transforman prácticas, roles de liderazgo y formas de pertenencia. La iglesia electrónica puede funcionar como puente institucional (cuando integra comunidades locales) o como plataforma de personalización y desvinculación (cuando refuerza la marca del líder y sustituye funciones organizativas). Este marco sirve para analizar el caso de Gambetta: ¿servicio comunitario ampliado o construcción de una esfera religiosa paralela?

 

Hugo Gambetta, originario de Argentina y con experiencia docente en teología en Costa Rica, tuvo un papel destacado en la articulación de la obra hispana dentro del Lake Region Conference (Estados Unidos) en la década de 1990. Fuentes periodísticas y organizacionales documentan su nombramiento como coordinador de ministerios hispanos y su posterior remoción por irregularidades administrativas que involucraron investigaciones internas y auditorías en la conferencia regional. Estos episodios marcaron una fractura que terminaría incentivando —según registros públicos y reportes de prensa— la búsqueda de rutas ministeriales alternativas fuera de la estructura denominacional.

 

Tras su separación de cargos oficiales, Gambetta capitalizó herramientas mediáticas para mantener y amplificar su voz pastoral. El Evangelio Eterno opera hoy con un sitio web activo, canales en YouTube y Facebook, transmisiones en vivo y una app móvil —un ecosistema digital que reproduce sermones, cursos bíblicos y seminarios agrícolas/evangelísticos dirigidos a audiencias en América y la diáspora hispana. La frecuencia y extensión de sus contenidos muestran un diseño comunicativo pensado para audiencias remotas: contenidos en serie, recursos descargables y programación en vivo que replica la lógica de la iglesia electrónica.

 

La fundación del Evangelio Eterno como ministerio independiente respondió a dos dinámicas:

·         Doctrinal: percepción de que el adventismo institucional estaba suavizando su mensaje escatológico y reduciendo la centralidad de las profecías.

·         Metodológica: apuesta por un evangelismo masivo mediático, con independencia de la agenda y canales oficiales.

 

La “independencia” a la que alude este estudio comprende dos dimensiones: (a) la desvinculación formal o tácita de estructuras denominacionales —es decir, operar sin reconocimiento o bajo sanción de instancias oficiales— y (b) la afirmación de autoridad propia mediante medios que generan legitimidad simbólica (audiencia, testimonios, donaciones). En el caso de Gambetta, documentos y reportes señalan que tras controversias administrativas en el seno del Lake Region Conference, se desarrolló una red alternativa de iglesias, emisoras y seguidores que reconfiguró su base de apoyo en torno al proyecto El Evangelio Eterno. Actores de la comunidad y plataformas digitales contribuyeron a construir legitimidad fuera de la jurisdicción denominacional.

 

Comunitarización mediada: el ministerio mantiene campañas evangelísticas, eventos presenciales y redes de iglesias locales que operan como puntos de anclaje comunitario. Las transmisiones han servido en algunos contextos como puerta de entrada para personas que luego se involucran en grupos presenciales o actividades sociales vinculadas al ministerio.

 

Personalización y liderazgo centralizado: la fuerte presencia mediática de Gambetta centraliza la autoridad en la figura del pastor-televangelista; los sermones grabados, la marca del movimiento y la llamada directa al oyente generan relaciones de tipo seguidor–líder más que vínculos horizontales internos propios de estructuras congregacionales tradicionales. Esto reproduce un rasgo clásico de la iglesia electrónica: mediación que puede reforzar identidad personal más que responsabilidad institucional compartida.

 

Riesgos institucionales: la transición fuera de un organismo denominacional estable implica desafíos en rendición de cuentas, transparencia financiera y formación pastoral; auditorías y reportes de irregularidades previas subrayan cómo la independencia institucional puede agudizar problemas de gobernanza si no se sostienen mecanismos claros de supervisión.

 

La evidencia sugiere que la iglesia electrónica fue una tecnología habilitadora clave en la trayectoria de Gambetta: permitió mantener y expandir audiencia, captar apoyo material y legitimar un ministerio alternativo tras la ruptura con la estructura denominacional. Sin los medios (radio/TV/YouTube/Facebook/app), la reconstrucción institucional habría sido más lenta y limitada geográficamente. En ese sentido, la mediación no solo difunde enseñanza: crea infraestructura simbólica e organizativa apta para sustentar proyectos religiosos independientes.

 

Uno de los fenómenos recurrentes señalados por testigos y exmiembros es que los conversos alcanzados por el ministerio de Gambetta —tras ser bautizados o integrados al adventismo— encontraban resistencia en las iglesias locales. Este rechazo puede analizarse en tres niveles:

 

Conflicto de lealtades
Los convertidos llegaban con una fuerte identificación con el ministerio que los había evangelizado, lo que generaba tensiones con la autoridad pastoral local, que consideraba que la lealtad debía centrarse en la congregación y en la Conferencia.

 

Estilo de culto y predicación
Los recién llegados, formados en un esquema fuertemente apocalíptico, buscaban sermones doctrinales y proféticos. Sin embargo, en muchas iglesias el énfasis pastoral era más práctico o pastoral-social, generando la percepción de un “enfriamiento espiritual” y provocando desilusión.

 

Estigma institucional
En algunos casos, las administraciones locales enviaban circulares o advertencias internas sobre la participación en eventos del Evangelio Eterno, lo que creaba un clima de sospecha hacia quienes provenían de ese contexto.

 

El resultado de esta dinámica fue la formación de comunidades paralelas o completamente independientes, en torno a la figura de Gambetta y su equipo. La creación de congregaciones propias respondió a varias necesidades percibidas:

 

Asegurar continuidad doctrinal: evitar que los convertidos se diluyeran en entornos donde el mensaje profético perdía centralidad.

 

Ofrecer acogida sin estigmatización: un espacio donde su origen ministerial no fuera motivo de recelo.

 

Potenciar la identidad escatológica: preservar las enseñanzas sobre el inminente retorno de Cristo, la reforma pro-salud y la fidelidad a la interpretación adventista clásica de las profecías.

 

Este proceso refleja un patrón observado en otros movimientos independientes adventistas, donde la tensión entre la identidad histórica y la dinámica institucional contemporánea produce rupturas organizacionales.

 

La experiencia del Evangelio Eterno evidencia:

 

Fragmentación interna: los ministerios mediáticos pueden generar subidentidades fuertes que compiten con la identidad denominacional.

 

Privatización de la práctica religiosa: el consumo de predicaciones y estudios bíblicos por medios electrónicos refuerza la relación del creyente con el evangelista, más que con la comunidad local.

 

Reconfiguración de la autoridad espiritual: el liderazgo carismático-mediático desplaza la centralidad de la autoridad pastoral asignada por la Conferencia.

 

Finalmente, entre las conclusiones y lecciones del caso de Gambetta, podemos resaltar:

 

Efecto dual de la mediación: La iglesia electrónica puede tanto articular redes comunitarias (cuando hay acción pastoral de seguimiento local) como posibilitar estructuras centradas en el líder (cuando la relación se mantiene primariamente por pantalla). El caso Gambetta ilustra ambas caras.

 

Independencia acelerada por medios: La capacidad de producir y distribuir contenido permitió a Gambetta consolidar un proyecto ministerial autónomo —El Evangelio Eterno— con alcance transnacional.

 

Necesidad de gobernanza: La historia muestra que la separación institucional conlleva riesgos de gobernanza; la transparencia y mecanismos de accountability son críticos para la sostenibilidad y la credibilidad.

 

Agenda de investigación: hacen falta estudios etnográficos y cuantitativos sobre conversión en línea → incorporación en iglesias locales, flujos económicos y efectos en prácticas rituales dentro de movimientos independientes surgidos de procesos similares.

 

 

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[1] Esto, es una tesis central del Concilio Vaticano II.

[2] Por lo que recordamos, solo una vez habló de un testimonio de este tipo.

[3] En lo que refiere a la audiencia televisiva, el análisis histórico de Nilsen de 1979, las mujeres representaban el doble de espectadores que los hombres, en términos de programas religiosos. En el caso de los programas de Swaggart, las cifras eran: 55 % mujeres versus 31 % hombres. Datos del 2022 – 2023, mostrarán en términos generales que: un 25 % de la feligresía evangélica, usa servicios online / TV, pero de ellos, el 90 %, también va presencial y solo 10 %, se queda con “el producto electrónico”.

[4] Aunque, Paula White, ha sido señalada de ser amante del reconocido predicador, Guillermo Maldonado. TD Jakes, era presuntamente relacionado con escándalos sexuales, a su vez, vinculados con el productor musical, Diddy Combs; Joel Osteen, ha sido acusado por polémicas opiniones sobre las prácticas homosexuales.

 

[5] Robertson entrará en política, Swaggart, asumió otro camino. No se casó con la derecha cristiana del Partido Republicano. Esto, le daba una imagen de autenticidad.

 

[6] Con esto, los medios seculares, se burlaban del “moralismo evangélico”.

[7] Y así vimos que lo dijo en su “confesión”.

[8] En el caso costarricense, muchos pastores tuvieron que redefinir su legitimidad y algunas iglesias, rompieron con los “Ministerios” del estadounidense.

[9] Incluso, por ese estilo, algunos compararon al sureño con Huey Long, un político de su natal Luisiana, Long, era un Demócrata, reconocido por su políticas populistas y radicales.

 

[10] Cash Luna en Guatemala; Carlos Annacondia y Dante Gebel en Argentina.

[11] Incluso, algunos autores jesuitas, hablando de la caída de Swaggart, decían que, la iglesia como cuerpo colegiado, no ofrecían inmunidad ante la caída, sino, redes de redención más profundas: en suma, “a mayor personalización, mayor riesgo de desarraigo comunitario”.

[12] Tal fue el caso de los seminarios en Corea del Sur, Ghana y Nigeria. En el caso de los cursos de relaciones de poder, se hacía la pregunta: ¿Cómo proteger a las congregaciones del abuso de poder espiritual?

[13] Contreras Luis M: “Manual de Predicación Expositiva: recuerda lo que has aprendido”. Editorial Clie. España. S. F. p. 21.

[14] Junto al fortalecimiento de la disciplina pastoral y la redacción de códigos de ética.

[15] Esto puede observarse en su obra conjunta: “Doctrinas Bíblicas: una perspectiva pentecostal”. Editorial Vida. Estados Unidos. 1987.

[16] Sanidades, visiones.

[17] Quien sería una especie de mentor de Dante Gebel.

[18] El teólogo Harvey Cox, diría que, Swaggart, ofrecía una liturgia de arrepentimiento para unos Estados Unidos en transición.

[19] Personalismo que, se extendería a la predicación: “la predicación se dirige a las personas, no a ‘arrebatar feligresía a las iglesias tradicionales’”.

[20] De esto escribiría, el Cardenal Joseph Ratzinger, luego Benedicto XVI.

[21] Una consecuencia de estas alianzas, es la baja en la apologética católica, contra el pentecostalismo y el neo pentecostalismo. Por otra parte, estas alianzas, son de tipo “conservador” o “neo conservador”. Para algunos autores, esto es una especie de “ecumenismo estratégico”. 

[22] Experiencia individual de la salvación, bautismo del Espíritu Santo.

[23] Punto aparte de que, con la crisis de Bakker, las donaciones económicas al padre, bajaron muchísimo.

[24] Que se dice exclusivo.

[25] Ellos, usaban los medios, como medio de entrada a la red de congregaciones, es decir, no buscaban sustituirla.

[26] Usando cifras generales, podemos ver lo siguiente: En 2014, el 57 % de quienes asistían a servicios religiosos, al menos una vez por semana, eran mujeres. En el contexto evangélico, en Estados Unidos, las mujeres asisten en proporción de 72 % versus 68 % de los hombres, esto, semanalmente. En Costa Rica, el 26 % de las mujeres en el país, son evangélicas, versus el 19 % de los hombres.

 

[27] South End Press, 1995.

[28] A esto se unen las características de recaudación nacional, redes propias.

[29] Livestreams, podcasts y plataformas sociales.

[30] Lo que llevaría a “La Iglesia Electrónica” a presentar “una religión comercial”.

[31] Con ello, no rechazó el tema del sufrimiento, en esto, siendo más de la línea puritana que Roberts.

[32] En los grupos en los que esto fue así, a la hora de la “caída de Swaggart”, optaron por reforzar el valor de las comunidades y los sacramentos, frente a los peligros del individualismo evangélico. Pero lo cierto es que, durante su auge, en los movimientos carismáticos católicos, su reacción fuese ambigua: para muchos de sus miembros, había admiración hacia la música de este ministerio.

[33] En términos generales: en 1970 el 94 % eran cristianos; en 2020, eran el 92 %. Eso sí, el descenso de católicos, es fuerte en países como Brasil o Chile. Pew Research Center, encuesta del 2014. De 1970 al 2020, los evangélicos, subieron de un 8 % a un 18 %.

[34] Pasando por el cuerpo, la emoción, los sentidos. Por la emoción, se evidencia la manifestación del Espíritu Santo. De hecho, “algunos nuevos convertidos”, hablan de su nueva fe religiosa como “forma de vida o pasión.

[35] Así lo establece el erudito, Peter Hocken, en su libro: “Los desafíos de los movimientos pentecostal, carismático y judaísmo mesiánico: las tensiones del Espíritu”, del 2004.

[36] De su prédica “El Espíritu Santo en la vida del cristiano”, del año 2003.

[37] Por ejemplo, Guatemala, El Salvador y Nicaragua.

[38] Fue o es, el caso costarricense.

[39] Además, por evidencia empírica, es claro, que, en esos partidos, se dio un fenómeno semejante al dado en Colombia, donde los liderazgos, cuando menos iniciales, venían de los pastores de las iglesias.

[40] De hecho, en la línea conservadora, estas organizaciones, han ayudado a estructurar su oposición a la diversidad sexual o al feminismo, a la ideología de género.

[41] De su libro: “La Iglesia en América Latina: de la conquista a la globalización”, del año 2007.

[42] Incluso se agarraban de la idea de San Pablo: “el emisor del Evangelio, es vasija de barro, pero el mensaje del Evangelio, está lleno de poder y santidad”.

[43] Al estilo, por ejemplo, de Ronny Chávez en Costa Rica.

[44] En Costa Rica, pastores formados en instituciones locales o latinoamericanas: por ejemplo, “ESEPA” o el “Seminario Bíblico de las Asambleas de Dios”, comenzaron a cuestionar el liderazgo personalista, de Swaggart.  

[45] Para autores como Flavio Pierucci, los cuestionamientos a lo tradicional, permiten una mayor facilidad para abandonar las tradiciones.

[46] Se redefinen las estructuras: familia, política, trabajo.

[47] Boff Leonardo (2004): La crisis como oportunidad de crecimiento.

[48] Corbí Mariano (2016): El conocimiento silencioso: las raíces de la cualidad humana. Fragmenta Editorial.   Robles Robles Amando J. (2011): Repensar la religión, de la creencia al conocimiento. EUNA.

[49] En esto, coincidiría con la visión conservadora que presentara el Papa Benedicto XVI, sobre el catolicismo: “en los 60, comenzó su crisis”, diría.

[50] En América Latina, los liberales económicos, son los que desean un Estado pequeño y desean al mercado, como organizador social.

[51] Esto ya es claro, en los predicadores neo – pentecostales.

[52] Véase el glosario.

[53] O muchos de los programas.

[54] Anexo 4: La iglesia electrónica: el caso de Hugo Gambetta hasta la independencia de El Evangelio Eterno.

 

[55] Durante la pandemia, muchas iglesias de Costa Rica y la región adoptaron livstreaming (Youtube, Facebook, canales locales); hay numerosos ejemplos de parroquias y congregaciones que comenzaran transmisiones regulares. En muchos casos, esos “productos”, servirían como puente, para mantener a las comunidades de fe; y en otros, servían como sustituto, en este caso, ya no hubo retorno o aumento del voluntariado. 

[56] Categoría justificada por David Easton.

[57] Detalles de John Hagee en nuestro libro: (2025): Las posiciones del cristianismo sobre el tema de Israel: de una evolución positiva, hasta el Sionismo Cristiano. EDEL: https://guiascostarica.info/edel/book/las-posiciones-del-cristianismo-sobre-el-tema-de-israel/

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