Un intento de análisis a profundidad de la comparecencia del Presidente en la Asamblea Legislativa.
Un intento de
análisis a profundidad de la comparecencia del Presidente en la Asamblea
Legislativa.
Ocean Castillo Loría.
I
Este análisis, debe iniciar con
la exposición de una realidad teórica de nuestro sistema democrático:
Constitucionalmente, los miembros de los supremos poderes de la República,
están protegidos. Esa protección, se llama inmunidad.
Para que, se levante la
inmunidad, se requiere la intervención de la estructura política por
excelencia: la Asamblea Legislativa. Para decirlo desde una visión estructural
– funcionalista (Helio Jaguaribe), el rol del Legislativo en este proceso, es
central.
A ella le corresponde la
valoración del levantamiento de esa inmunidad, en ejercicio del principio del
control Constitucional – institucional entre poderes (Montesquieu, Madison,
Hamilton, Jay). Esto es parte esencial del equilibrio democrático. Tal
intervención, es también una garantía: la inmunidad, no debe, ni puede,
levantarse con facilidad, pues de ser así, abriría las puertas, a, por ejemplo,
constantes persecuciones políticas.
En esta línea citamos el artículo
216, del Reglamento de la Asamblea Legislativa: “Trámite en Comisión de la
acusación: Tal Comisión, una vez organizada como lo dispone este Reglamento,
recibirá todas las pruebas que presenten, tanto el acusador como el acusado, y
terminada la información, dará cuenta de ella a la Asamblea, acompañándola con
el correspondiente informe”. (Valga decir, que ese informe, puede no ser único,
o sea: puede haber: “informe de mayoría” e “informe de minoría” o “tres
informes de minoría”: si se observa el comportamiento de la Comisión
Legislativa, es posible que se cumpla el primer escenario que hemos planteado).
Frente a este artículo, se abren
debates desde la perspectiva del Derecho: ¿Debía la Comisión acotar su ámbito
de acción a lo jurídico y no, a lo político?; ¿Cómo hacer esa acotación, siendo
una Comisión política y no, un tribunal jurídico?
En un hecho sin precedentes para
la historia de Costa Rica, la Corte Suprema de Justicia, le solicitó a la
Asamblea Legislativa, levantar la inmunidad del Presidente de la República, lo
que le podría llevar a enfrentar un juicio penal, por el presunto delito de
concusión.
Esto, se fundamenta en una
acusación de la Fiscalía General de la República, por el presunto uso indebido
de fondos provenientes del Banco Centroamericano de Integración Económica
(BCIE). Conforme al expediente 25 – 000019 – 033 – PE. la Fiscalía, señala al
Presidente Chaves y el entonces, jefe del Despacho Presidencial (Jorge Rodríguez
Vives, actual Ministro de Cultura), como inductores del uso de los fondos del
BCIE, para favorecer a la empresa RMC La Productora S.A., propiedad del
empresario Christian Bulgarelli, con un contrato por aproximadamente, 405 800
dólares.
Parte de esos recursos, unos 32
000 dólares, habrían sido transferidos al asesor, Francisco Cruz (Alias;
“Choreco”), con el fin de alquilar una vivienda, para el uso del Presidente
Rodrigo Chaves Robles.
Para la Fiscalía, es aquí, donde
se configura el delito de concusión (Que es: el abuso de poder, para obtener un
beneficio económico indebido); en esta lógica y conforme lo establece el Estado
de Derecho, se ha constituido una Comisión Legislativa, de cara a poder
determinar, si el levantamiento de la inmunidad procede. Como parte de esa
labor, el Presidente de la República, ha comparecido, ante dicha Comisión.
En el fondo, el oficialismo, ha
sufrido una importante derrota en su comparecencia en la Asamblea Legislativa:
primero, porque el proceso de levantamiento de la inmunidad, se está llevando a
cabo (Demostración de la solidez institucional). Esto, no es tomado en cuenta,
por “el ciudadano promedio”, sobre todo, aquel, que, aunque a veces con
vergüenza, apoya al gobierno.
Para ese “ciudadano promedio”, le
es difícil entender que, una cosa es el control político y otra, un juicio de
corte administrativo o penal. Es decir, la comparecencia no es un juicio -
legal, y en tanto ello, no requiere de “una sentencia judicial”.
Es decir: el Derecho
Constitucional, prevé el procedimiento del pasado 22 de agosto: el objetivo de
ese procedimiento, es la determinación de una decisión política (No judicial):
el levantamiento de la inmunidad presidencial: ¿Para qué?: ahí sí, para llevar
a Rodrigo Chaves Robles, a la vía judicial.
De nuevo, la comparecencia no fue
un juicio - legal, fue un ejercicio, que, por la vía del Derecho
Constitucional, resuelve si los diputados, deciden dar vía o negar, que los
hechos de fondo (El tema de los “cariñitos”), sea conocido por la palestra
judicial.
Desde esta lógica, no se puede
hablar de “judicialización de la política”, el marco del Derecho
Constitucional, al permitir el acto jurídico político, consiente, la
intersección del control jurídico y el político. Es decir, es un ejercicio
normal (Y, por tanto, normado, lo que combate el concepto de: “judicialización
de la política”). Véase, que no se debilitan, los mecanismos de la democracia
representativa, por el contrario, su sola acción, los fortalece.
Esta es la realidad objetiva,
pero esa realidad, puede ser manipulada: esto es lo que intenta el oficialismo,
desde las herramientas del populismo y el neo populismo. Por ello, el
Presidente y sus partidarios, hablan de “un golpe de Estado Judicial”. Con
estos discursos, a su vez, se polariza a la sociedad, digámoslo técnicamente:
se construyen bloques identitarios (Frederick), de apoyo al Presidente frente a
las instituciones.
No hay tal cosa como un “golpe de
Estado Judicial”, cuestión de leer la Constitución Política (Cosa que no han
hecho el Presidente, sus partidarios o muchos de ellos; y hasta el abogado de
Chaves Robles); para darse cuenta que, en nuestra República, queda consignada
la división de poderes y el debido proceso.
En esa línea, la Asamblea
Legislativa, ejerce control político, no judicial (Cuestión de repasar la
materia de Cívica en la secundaria). Aún más, pese a las tácticas dilatorias
del Ejecutivo, el funcionamiento Republicano, es el que los obliga a asistir a
la comparecencia.
Ahora bien, para que se le
levante la inmunidad al Presidente, dos tercios del Plenario Legislativo, deben
votar a favor: políticamente, esto es difícil, nótese que, lo decimos de una
vez: de no darse la votación con los resultados mencionados, el oficialismo
proclamará “su victoria”; decimos nosotros, “su falsa victoria”.
Esto nos lleva al análisis desde
las Ciencias Sociales, más cercanamente, desde las Ciencias Políticas: hemos
visto, la realidad objetiva, pero una cosa es eso, y otra, cómo esa realidad se
mediatiza: desde el análisis del Derecho (Propio de abogados), desde el
análisis político (Propio de politólogos), esa mediación, busca “O debería
buscar”, el acercamiento a la realidad objetiva. Pero, desde los actores
políticos, es otra cosa: en el caso del oficialismo, la mediación busca distorsionar
esa realidad, por medio de las herramientas del populismo y el neo populismo.
Esto es preocupante: porque el
mensaje del binomio Chaves – Villalobos, lo que hacen es: esparcir alarmismo,
desinformación e ignorancia (Criterio del abogado penalista, Gerardo Huertas
Angulo, en su artículo: “Delirios mesiánicos presidenciales”: https://www.nacion.com/opinion/columnistas/delirios-mesianicos-presidenciales/S4UKK2AWMZAO3JGWCBRFF6GGSQ/story/?fbclid=IwY2xjawMdhC5leHRuA2FlbQIxMABicmlkETFobEhFb1dPV2gxdFJCVEszAR5PlntvDRcHoiOrnLRsn7wCAvo9Ur9iA7dcGmUt8khuO5grkjkR8mteTZxEAQ_aem_aXkG9EO-IdvVvxFKy8Ziyw&utm_campaign=mrf-facebook-lanacioncr&mrfcid=2025082868b053aed64c4e7a76ce000a)
Chaves y Villalobos, se atuvieron
al libreto populista y neo populista: “la institucionalidad legislativa y
judicial, es enemiga de lo que el oficialismo desea para Costa Rica”; la
“ciudadanía promedio”, se “traga ese discurso”: ¿Por qué?: porque hay una
desconfianza ciudadana hacia la institucionalidad.
De estas ideas iniciales, las
duras tesis del “Chavismo”: “no me controlen” (Para eso, se deslegitiman dichas
instancias); esas tesis, se aprovechan de la ignorancia cívica del ciudadano
promedio: “no hay independencia de poderes”, “no hay democracia en Costa Rica”.
En la teoría de la democracia
(Basta leer a Robert Dahl o a Giovanni Sartori), “el que nada debe, nada teme”:
es decir, para probar los señalamientos ante un ciudadano, esa “prueba”, debe
someterse al debido proceso: sea en el control político, sea en el control
judicial.
El populismo y el neo populismo
dictan: “toda autoridad debe someterse al control político o judicial, menos el
Presidente Rodrigo Chaves”: ¿Qué dicen los troles sobre Rodrigo Arias o la
Contralora General de la República?; ¿Cómo usan el odio, para hacer sus
señalamientos?
Para ese manual populista y neo
populista, no importan la serenidad en el ejercicio del poder, no importa la
transparencia (Por eso, se insiste en la categoría del “Estado profundo”). Lo
que el oficialismo necesita es “el control político, convertido en
confrontación”; lo que el oficialismo necesita, es “que el ciudadano ignore las
reglas de juego, ellas, derivadas del Derecho” (Para eso, usaron un lenguaje
confrontativo y emocional, en la apertura de la comparecencia). Así, el
oficialismo, se pone de lado: de la opresión, de la ilegalidad, de la
injusticia.
Con lo dicho, debemos hablar de
la “calidad cívica del ciudadano promedio”, de “la calidad educativa del
ciudadano promedio”: si vemos la estrategia del abogado Villalobos ante la
Comisión Legislativa, más que “demostrar” sus tesis, lo que hizo fue: “exponer
la teoría jurídica”.
Para el oficialismo y sus
partidarios, “esto refleja la cátedra del abogado del presidente”: dado que, la
Comisión mencionada, no era un tribunal de tesis de corte universitario, no es
útil, la sola exposición de la teoría: ¿Dónde demostró Villalobos su visión
teórico – jurídica?: en ningún lado.
De hecho, esa exposición teórico
– jurídica, era parte de la estrategia implícita, de “salirse del fondo del
expediente”, aunque explícitamente decía: “que no se iba a salir de él” (Tanto
él como el Presidente, usaron 4 horas de exposición para ello). Villalobos, se
“comportó” “como universitario” (Digamos), en una palestra que, no
correspondía. Desde un lenguaje popular, “el que no ha visto un altar, ante
cualquier horno viejo, se persigna”. Por si fuera poco, solo dejamos un ejemplo
de ese “nivel catedrático”: dijo el abogado: “hay dos posibles
interpretaciones, dos extremas y una en el medio, y no por estar en el medio es
la correcta, pero en este caso si lo es” (La Cantinflada, es evidente).
Desde la epistemología, si se
analizan la lógica de los argumentos de Villalobos, no se encontrarán,
sustentos empíricos. Entonces la “cortina de humo”, viene compuesta así: la
exposición, pude parecer impecable, pero no tiene ninguna relevancia empírica.
Quien escribe estas líneas, ha estudiado los sofismas desde las Ciencias
Políticas y la Teología. Esto, de la “cortina de humo descrita”, está más que
demostrado.
Acerquemos el lente
epistemológico, para ver el tinglado de la mayoría “de la cátedra de
Villalobos”:
-
Los argumentos de Villalobos, parecen lógicos.
-
Pero, esa lógica depende de las premisas, que el
abogado ha elegido y que, no están explícitos.
-
Pero la validez empírica de los argumentos,
nunca fueron demostrados.
Por esto, de nuevo, se requieren
las herramientas del populismo y neo populismo: los medios Estatales, los
periodistas de Casa Presidencial, las redes sociales Estatales, los videos
institucionales, se trastocan en medios, periodistas, redes y videos, del
gobierno de turno.
Desde el Derecho, esos medios,
esos periodistas, esas redes, esos productos audiovisuales, deben estar al
servicio del Estado, no de los gobiernos de turno; pero desde las teorías del
populismo y del neo populismo, es lo contrario: no hay destinos específicos; el
interés general, es el del gobierno; aún más, es el interés del Presidente
Rodrigo Chaves Robles.
Esto, conduce a la confrontación
del Derecho, con el “neo populismo de derecha” (Éste, combina, las herramientas
del populismo clásico con la profundización del modelo economicista, esto unido
a la conversión de la política en espectáculo), que estamos viviendo desde el
2022: si se lee el Artículo 361 del Código Penal, se verá que, si el
funcionario público, usa bienes o servicios, también públicos, con un fin
distinto, al objetivo para el que existen, ese comportamiento, tipificado como
peculado, se sanciona.
Desde el neo populismo, esto no
importa: maquiavélicamente, “el fin justifica los medios”, difundir y proyectar
videos institucionales, con el objeto de defender a Chaves, es lo importante.
Desde el Derecho, la evidencia, podría configurar el delito tipificado. Desde
el Derecho Constitucional, se estaría afectando la Probidad Administrativa
(artículo 11, de la Constitución Política).
Esto es clave: ¿Por qué existe el
Derecho Constitucional, el Derecho Administrativo?: porque la política requiere
“reglas de juego”, entre otras cosas, para no erosionar la legitimidad
(aceptación) y por tanto, el apoyo al sistema (David Easton): más
concretamente, existen reglas, para impedir la erosión de la confianza
ciudadana (El apoyo difuso al sistema, diría Easton). Esto es parte de los
fundamentos del Constitucionalismo contemporáneo.
El otro tema viene desde la
ética: si nos ponemos los lentes de que: “toda acción debe tener
consecuencias”, entonces: si los bienes públicos (Y, por tanto, de impacto
político), son utilizados para fines que no son los estipulados por la ley, se
debe generar la sanción judicial respectiva.
Si nos ponemos los lentes de que:
“toda acción, debe ser juzgada en su bondad o maldad, por el contexto en el que
se desarrolla”, entonces: dependiendo del contexto, se puede definir la
violación “a la sacralidad de los bienes públicos”. Dependiendo de ese
contexto, se podría establecer, si el gobernante (Chaves), puede mimetizarse,
encarnarse en el pueblo (Objetivo del populismo y neo populismo).
Desde el Derecho, las
investigaciones deben determinar lo que, desde esa rama del conocimiento, se
definen como “elementos objetivos y subjetivos del tipo penal”. Para quienes no
somos abogados, cabe la pregunta: ¿Bajo esta lógica, podrá la Fiscalía
investigar tales hechos, de oficio?; desde las Ciencias Políticas y la
Comunicación Política, nada de eso importa: los medios Estatales, fueron y son
usados, para que, el oficialismo emitiera y emita, su versión de la realidad
objetiva de la que hemos estado hablando.
En otro orden de cosas, de nuevo:
para el populismo y el neo populismo, la comparecencia, no era parte del
proceso jurídico – político del que hemos estado hablando. Para ellos (Los
oficialistas), un acto formal de la política costarricense, es o debe ser, o
fue un circo, conteste con los postulados de ese populismo o neo populismo.
En la línea populista y neo
populista, la movilización es clave: si se observa la teoría clásica de
partidos políticos y grupos de presión (Bobbio, Duverger, Meynaud, Sartori), en
el caso de los primeros, se moviliza para que los ciudadanos que emiten el
voto, lo hagan por los respectivos grupos políticos; en el caso de los
segundos, entre sus acciones directas, se encuentra, la marcha y la
concentración de personas, este último actuar, es copiado por el populismo y
neo populismo.
Este tipo de estrategia, es
funcional, si la movilización es grande (es decir, se moviliza mucha gente). En
el populismo clásico, el ejemplo es el Peronismo en Argentina, o más
cercanamente, a las movilizaciones de Chávez Frías o Maduro Moros en Venezuela.
En el caso costarricense, esa
movilización, ha resultado fracasada para el “Chavismo”, esto le ha abierto la
puerta a la oposición, para hacer un cotejo: “Si movilizan tan mal para las
marchas, pocos votarán por ellos en el 2026”.
Propiamente, en este último caso,
por lo menos se pagaron 23 autobuses: ¿Cuánta gente pudieron movilizar?: en el
caso de los neo populismos, esto es muy importante, en el caso costarricense,
esto ya no importa: la candidata presidencial del oficialismo, se hizo
presente, “para tomarse fotografías”, pero, la realidad es que, el neo
populismo oficialista, parece no motivar para movilizarse, parece no generar
esperanza, parece no ser creíble para la ciudadanía (Esto es sustituido, por la
red de troles en Internet). La presencia de Laura Fernández y varios ex
ministros, parece, que, en efecto creyeron que se podría tener una gran
movilización, cosa que, no resultó cierta.
Esta tesis, nos lleva a algo
clave en materia de comunicación política y hasta de política electoral: la
candidata presidencial y muchos candidatos a diputados, se hicieron presentes a
un evento, poco popular y poco soberano (Recuérdese el nombre del partido
oficialista). La salida por la que el “Chavismo” ha optado, es por “arreglos fotográficos
de corte digital”, esto para simular: “grandes movilizaciones”.
Por otro lado, regresando al
tópico del control: ¿Quién pagó esa movilización?; el interés político es
evidente. Pero, además, podría hacerse una “valoración de eficiencia”:
-
¿Cuántas “puestas en escena” se han hecho los
miércoles desde mayo del 2022?
-
¿Cuántas giras ha realizado el Presidente?
-
¿Cuántos troles tiene pagos el gobierno? Y solo
como ejemplo: ¿Cuántos han sido pagados con fondos del BCIE?
-
¿Cuántas cadenas de televisión dominicales se
han trasmitido?
-
¿Cuántos “reposteos” de la propaganda
gubernamental (Favor no confundir con la categoría de “comunicación de
gobierno”, propia de la Comunicación Política), se han reproducido en las redes
institucionales del Estado?
-
¿Cuántos medios vasallos están recibiendo
dinero? Y ¿Cuántos son parte de la cadena de amenazas a analistas políticos y
opositores?
-
¿Cuál es la resultante, de todo este aparataje?:
¿La convocatoria de unas 150 personas en las afueras de la Asamblea Legislativa?
Por si fuera poco, Francisco
Gamboa, candidato a la vicepresidencia del oficialismo, afirmó que, movilizaron
112 buses, y que llegaron unas 5 000 personas a la convocatoria (Cosa que, por
la vía testimonial, se sabe que no es cierta).
Además, no se puede olvidar que,
en varias oportunidades, el “Chavismo”, indica que da 10 000 colones por cada
asistente: digamos que, Gamboa, dice verdad: entonces, 5000 personas a las que
se les da 10 000 colones, da como resultado: 50 millones de colones; a eso se
suma, el costo del transporte (No importa si hay donaciones: “no hay almuerzo
gratis”). Estos datos, permiten otras preguntas: ¿Cuál es la fuente de
financiamiento de la que el partido oficialista tomó el dinero?; ¿Pagó el Poder
Ejecutivo?; ¿Pagó el cooperativismo?
II
Asimismo, en lo que refiere
propiamente a la comparecencia, desde el inicio, el Presidente se atuvo al
“libreto neo populista” de “medias verdades” (Para no decir mentiras), y
amenazas; luego, entraría en “otro ritmo”: el mensaje es: “soy perseguido, por
decir la verdad (“hay pueblo y ‘ticos con corona’”), por ello, los “coronados”,
buscan venganza, ligados al Poder judicial”.
Epistemológicamente, esta es una
narrativa politizada: los adversarios, también la tienen. Chaves construye (Le
construyen), un relato para oponérseles. A ese relato, no le interesan los
hechos objetivos, lo que le importa es: moldear la opinión pública. Para los
solicitantes del levantamiento de la inmunidad, hay actos de corrupción; para
el binomio: Chaves – Villalobos, es persecución política.
Evidentemente, en esa narrativa,
no hablará de los poderes fácticos, a los que presuntamente sirve (¿Cuál es el
papel de las mafias y el narcotráfico, en el presente periodo gubernativo?); a
modo de “cortina de humo”, Chaves insistió en el tópico de la “venganza”,
acentuando en ocasiones, hacia los hermanos Arias Sánchez, a veces, hacia el
Poder Judicial.
Por otro lado, en materia de
comunicación política, no se puede perder de vista, la dinámica entre formas y
fondos: la forma del abogado Villalobos, pudo “tapar” las falencias de sus
argumentaciones de fondo; en el caso de Chaves, falló en las “formas y en los
fondos”. Esas fallas, lo llevaron a enredar relatos (“Un arroz con mango”,
diría el común).
Por ejemplo, en un momento
determinado, el Presidente, trató de desvirtuar una realidad objetiva: Estados
Unidos coordinó con el Poder Judicial y el Organismo de investigación Judicial
(OIJ), esto, para descubrir que, Celso Gamboa, tenía contactos en 2023, para
introducir drogas al país (No se olvide: Chaves gobierna del 2022 al 2026).
Una ilustración en términos de
las fallas en las formas, es el siguiente: el Presidente se hizo presente a la Comisión,
con su abogado (Cuya especialidad es el derecho penal y no el administrativo o
constitucional), esto deja un meta – mensaje: “si va con el abogado, es porque
la debe, y si la debe, la teme”.
En la misma lógica de las formas,
por ejemplo, pudo verse que, el abogado José Miguel Villalobos, buscaba
“quedarse con la última palabra”, para tratar de imponer su narrativa (Cosa
totalmente válida).
En materia de distracciones,
mentiras y tergiversaciones, fue claro, que, en pro de defender al Presidente,
se trató de instalar la falsa tesis de que, en la audiencia de la Comisión, se
estaba realizando un juicio - legal (Y no un ejercicio de control político):
Para evitar el análisis, la herramienta que, por ejemplo, Villalobos usó, fue
la verborrea (Mecanismo y táctica de dilación y saturación).
El doble juego argumental
(También usado políticamente), se vio, cuando el abogado, hablaba de “la
fortaleza de la ley”: en efecto, esto sería un reconocimiento a la fuerza de la
Constitución Política de 1949.
Pero, si se observa el discurso y
las acciones del “neo populismo de derecha”, lo que se desea es, socavar esa
fuerza. Pese a ello, mientras se exponía que “se estaba en un juicio”, por
medio de la verborrea, se decía que: “La Asamblea Legislativa, estaba haciendo,
lo que tenía que hacer” (La contradicción es palmaria).
¿En qué colabora esto al
fortalecimiento de la democracia?: en nada. En nada colaboró la estrategia del
abogado Villalobos, de enredar la Comisión Legislativa, queriendo hacerla ver,
como foro pseudo judicial. En esto se le dio gran espacio a su discurso
(Mecanismo y táctica de judicialización del espacio político: Villalobos, trató
de imponer lenguaje y lógica jurídica compleja, para confundir y mostrar “una
supuesta superioridad técnica”, ella, en oposición a los diputados y al Fiscal,
Carlo Díaz).
El otro ingrediente de esa
estrategia, es tratar de implantar la tesis de que: “los otros acusados en el
caso, debían ser involucrados”: por ejemplo, la Comisión Legislativa, tiene un
objetivo muy concreto, para lograrlo, no necesitaba (O necesita), llamar a
todos los acusados. Tampoco necesita, pedir el expediente, de la acusación
contra Christian Bulgarelli, incluso, se insistía en que, a alias “Choreco”, se
le incluyera en el expediente, cosa innecesaria: ¿Se estaba analizando levantar
la inmunidad a tal persona?: no. Esto demuestra los sofismas de la defensa
presidencial, pero, además, como es lógico, tal y como diría nuestro pueblo:
“el abogado del Presidente, se defendía como gato panza arriba”.
En suma: en el escenario de la
formalidad política, parte de la estrategia oficialista, fue enredar las
“formas”, por ejemplo: el mismo abogado del Presidente, le interrumpía en
algunas de sus alocuciones, esto, no era permitido reglamentariamente. El
irrespeto a esa misma formalidad, fue claro, cuando la televisión, permitió ver
al Presidente de la República, mascando chicle y viendo su teléfono celular.
En lo que refiere a las
estrategias políticas, no es extraño que, por ejemplo, un medio de comunicación
de prensa digital, pro oficialista, apenas terminada la comparecencia, publicó
un pseudo análisis, de un presunto profesional en comunicación política (Al
que, por cierto, en el pasado como músico, se le quedó debiendo dinero en una
campaña electoral), defendiendo al abogado presidencial.
Por su parte, un canal de
televisión neo – pentecostal (Televisión abierta), repitió en varias ocasiones,
un pseudo análisis de una joven (Por cierto, estudiante de economía), que era
“víctima”, de una “entrevista – editorial”, en la que de “todo a todo”, se
defendía al oficialismo.
El mensaje era tan abierto que,
el periodista y “director del noticiero”, confesó que había sido periodista de
la diputada Pilar Cisneros, en la Asamblea Legislativa. Como contraparte (Y
evidencia de cómo estamos en materia de cultura), una periodista, directora de
un noticiero radiofónico, se dio el tupé de preguntar, si el Fiscal General de
la República, era abogado.
Así, pudimos encontrar “evidencia
empírica”, en el sentido de la existencia de una estrategia, en la que los
“mediadores”, pro – oficialismo, buscan a toda costa reafirmar los mensajes de
tipo neo populista. No en balde, en sus exposiciones, José Miguel Villalobos,
marcaba mensajes centrales, que pueden ser o serán, fundamentales para futuras
campañas de desinformación (“Ventrílocuo técnico”).
Así las cosas: en la palestra
política relacionada con este tema, las piezas quedaron colocadas del siguiente
modo:
a) El Presidente, que, por
ejemplo, en “sus puestas en escena de los miércoles”, se muestra como el
“jaguar ofensivo”, pasó a convertirse en una víctima, cuyos agresores, son el
Fiscal General y el Partido Liberación Nacional (“Los hermanos Arias”). Con
esto, el oficialismo, escoge a su adversario para la campaña electoral del
2026: el PLN.
b) Su abogado, José Miguel
Villalobos, quien tenía como labor: “enredar un pleito, que sabía no podía
ganar”: una vez más, en ese afán, buscaba, por ejemplo, que los diputados y la
audiencia se cansaran y no siguiesen el hilo argumental de lo verdaderamente
importante.
c) Las redes de troles y los “medios vasallos”,
quienes, desinformarán durante toda la coyuntura. De hecho, en este momento, ya
esa operación, está en plena actividad.
d) El Fiscal, encarnaría lo
propio del Poder Judicial: la deslegitimación de la interpretación jurídica del
Fiscal, alimentaría la tesis de que: “el Poder judicial, es tan corrupto, que
da espacio para conflictos personales” (Díaz versus Chaves). De hecho, pudimos
escuchar en la comparecencia, la frase: “Díaz me tiene rencor”. Chaves ha tratado y trata de personalizar el
conflicto. El Fiscal, no ha caído en esa trampa, lo que implica una derrota
táctica para el Presidente de la República.
Con esto dicho, regresamos a la
tesis de Olivier Dabéne, en su libro: “Costa Rica: Juicio a la Democracia”
(FLACSO, 1992): la política en el país, se juega en dos
escenarios:
a) Uno formal y reglado.
b) Otro, informal y espontáneo.
En buena teoría, un evento, como
la comparecencia en una Comisión Legislativa, pertenece al primer escenario,
pero en el “operates”, en la práctica, la Comisión a la que compareció el
Presidente y su abogado, permitieron que, en lugar de una presentación ante un
órgano legislativo, se diera una especie de “teatralidad” entre ambos: por
ejemplo, excesivos diálogos (En esto la formalidad y el cumplimiento de las
reglas, se le fue de las manos a la Comisión).
En esa dinámica, Villalobos,
“trataba de enredar el pleito”: solo como ilustración, exponiendo, que la
Comisión, debía verificar, la solidez judicial del armado del caso por el que
se acusa a Chaves Robles, de nuevo: la Comisión, no es de competencia jurídico
– técnica, es de competencia fáctica: debe responder a la pregunta: ¿Existen
hechos suficientes, para establecer la duda de si se levanta la inmunidad?
Esto último permite reflexionar
sobre la manera en que los neo populismos, buscan “confundir a los incautos”:
supuestamente, el Presidente Chaves, es “víctima” de una venganza orquestada
desde el Poder Legislativo (Rodrigo Arias, por decir lo menos) y el Poder
Judicial (El Fiscal), pero, cuando se pide a una Comisión Legislativa, que
verifique la solidez judicial del caso, lo que está haciendo en términos
politológicos, es solicitar un irrespeto a la división de poderes (¿No es que
el binomio Chaves – Villalobos la defienden?).
Otro modo de engaño, es la misma
posición del Presidente Chaves, sobre su calificación de los alegatos de
Villalobos: no se puede comparar un conjunto de sofismas, con un verdadero
expediente judicial, formulado por la Fiscalía.
En esto, hay un objetivo:
postular una “falacia de autoridad”: “las afirmaciones del Lic. José Miguel
Villalobos, son las verdaderas, esto, porque Villalobos, ‘es una persona de
autoridad’, esto en oposición al Fiscal Díaz, que no lo es”: ¿Y las evidencias
y los razonamientos lógicos?: no importan, este es el objetivo de la falacia.
En términos de epistemología y
filosofía, el Presidente: exageró y distorsionó, los argumentos del Fiscal
Carlo Díaz, esto para que sea más fácil atacarlo o refutarlo (“Falacia del
Hombre de Paja”), con esto, desvía de manera negativa, la atención contra el
Fiscal.
Desde esta perspectiva, el
irrespeto de Chaves es muy grande, desde el “libreto del neo populismo”, de lo
que se trataría es, de “contaminar con política partidista”, el ejercicio de
las funciones del Poder Judicial, sembrando cizaña y duda, en caso de llegar al
juicio por el levantamiento de la inmunidad.
Desde esa lógica, “las pavas,
terminan tirándole a las escopetas”. En esto, se observa la coherencia del
relato que se quiso establecer ante la Comisión, a saber: “El Presidente, es una
víctima de los jueces y las magistraturas”.
Los objetivos políticos de lo
dicho hasta aquí, a modo de hipótesis, pueden ser los siguientes:
-
Confundir y obnubilar a la opinión pública y la
opinión publicada (De nuevo, esta es la meta de los artículos de prensa digital
y el programa de televisión, aquí citados). Esto, unido a los intentos de la
“puesta en escena de Chaves – Villalobos”: el Presidente, queriendo que le
expliquen, como si los diputados fueran “los señalados”, queriendo que le
justificasen las preguntas que se le hacían, esto le permitía no responder (Esto
lo hizo ver, la diputada del FA, Rocío Alfaro. Al compareciente, no le
corresponde juzgar la atinencia de las preguntas. Es triste que, analistas
jurídicos, caigan en esa trampa. Esto, fue parte de la brillante participación
de la diputada). Tal evidencia, nos permite observar lo que ha dicho, Moisés
Naím: la teatralización del poder, el poder del Presidente, es limitado, pero
en su “puesta en escena”, trataba de afirmar su autoridad.
-
Dar insumos a las campañas de desinformación,
esto lo reconoció el mismo Presidente al final de la comparecencia.
-
Deslegitimar al Fiscal en lo personal y
profesional (“Falacia de autoridad”, “Falacia del hombre de paja”).
-
Por otro lado, coyunturalmente, tanto el
Presidente Chaves, como la diputada Cisneros, aprovecharon para golpear a la
candidata presidencial de “Unidos – Podemos”, Natalia Díaz, quien fue Ministra
de la Presidencia de este gobierno, con ello, ayudan a la campaña de la
oficialista, Laura Fernández. Parte de esa ayuda, también se puede ver, en los
criterios emitidos por la diputada Paola Nájera: ella repitiendo uno de los
mensajes centrales del oficialismo: la necesidad de una futura mayoría de 40
diputados, para la próxima Asamblea Legislativa.
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También en la línea, político – jurídica, hemos
visto que, Chaves dependía de su abogado, José Miguel Villalobos, pero no solo
como su defensor desde la lógica del Derecho, también hemos visto que, es
amplificador y vocero del Presidente en su narrativa político – jurídica.
En términos politológicos:
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La Comisión Legislativa, refleja con sus luces y
sus sombras, el funcionamiento de la democracia política. En el caso
costarricense, es la primera vez, que se establece una Comisión Legislativa,
para el levantamiento de la inmunidad de un Presidente (Nótese las luces de la
división de poderes: el Legislativo, ejerce el control político, el gobierno de
Chaves, hunde en las sombras, el ejercicio del Ejecutivo).
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Las luces de la división de poderes, es clara: a
quien corresponde los juicios y las valoraciones técnico – jurídicas, es al
Poder Judicial.
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El escenario formal y reglado de la palestra
legislativa, no dejo de ser “desordenado”, por la estrategia de Chaves –
Villalobos (Hemos visto el tema de los diálogos irregulares, falta de control
de tiempos de intervención etc.).
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Hemos dicho al principio de este análisis que,
el oficialismo, ha sufrido una importante derrota en su comparecencia en la
Asamblea Legislativa, parte de esa importante derrota, es observar a quien
“encarna el jaguar”, mostrando miedo, incluso, de ser sometido por diversas
causas, a frecuentes comparecencias ante el Poder Legislativo. No se puede
dejar de decir que, en ese miedo, a Chaves, se le olvidó el entrenamiento que
pudo haber recibido, como funcionario de un organismo internacional, como
candidato presidencial; y como gobernante.
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Otra derrota es la refutación del argumento de
“golpe de Estado Judicial”: que golpe de Estado más raro:
a) Tiene una investigación
previa.
b) Una denuncia que cumple los
requisitos del Derecho.
c) Una solicitud de la Fiscalía a
la Corte.
d) Una comunicación de la Corte a
la Asamblea.
e) Se conforma una Comisión
Legislativa, a la que el Presidente puede comparecer para argumentar a su favor
(Valga decir, que es lamentable que el abogado del Presidente, perdiese esa
oportunidad, transitando un larguísimo camino de sofismas).
f) Un ejercicio de control
político reglado: hemos dicho: el Derecho Constitucional, prevé el
procedimiento del pasado 22 de agosto, el objetivo de ese procedimiento, es la
determinación de una decisión política (No judicial): el levantamiento de la
inmunidad presidencial: ¿Para qué?: ahí sí, para llevar a Rodrigo Chaves
Robles, a la vía judicial. Ahora bien, para que se le levante la inmunidad al
Presidente, dos tercios del Plenario Legislativo, deben votar a favor:
políticamente, esto es difícil, nótese que, lo decimos de una vez: de no darse
la votación con los resultados mencionados, el oficialismo proclamará “su
victoria”; decimos nosotros, “su falsa victoria”.
¿Por qué decimos esto?: porque,
el argumento del Presidente Chaves, es: “soy víctima de una persecución
legislativo – judicial?”: si se cumple la ley: ¿Cuál persecución?: de hecho,
podrían utilizarse las técnicas de análisis de discurso, para ver
frecuencialmente, cuántas veces se usó en la narrativa oficialista, las
palabras: persecución y venganza.
g) Si se lograsen los 38 votos
del Plenario Legislativo, el asunto sería elevado al más alto tribunal del
país, de ser el caso, el Presidente, tendrá posibilidad de defensa y el juicio
tendría cobertura pública de prensa.
Como puede verse, lo descrito, es
totalmente opuesto a “un golpe de Estado Judicial”. Si vamos a la epistemología,
desde las Ciencias Políticas y el Derecho, nos daremos cuenta que, el tal
“golpe de Estado”, no es factible, desde ningún supuesto.
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Como parte de la derrota, quedó evidenciado el
rol de mentira en el que cayeron Chaves y Villalobos: solo un pequeño ejemplo: desde
su narrativa, el tema de “dar cariñitos”, era en el fondo, un plan del
gobierno, para: desde comprar camas, hasta defender la democracia (¿Qué tal?).
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Pese a los esfuerzos oficialistas, la
comparecencia, cumplió su objetivo Constitucional, esto es parte de la gran
derrota del binomio Chaves – Villalobos: de haber triunfado, no habría una
reacción tan fuerte de las redes de troles.
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Desde la palestra de la amplificación y la
vocería, vemos algo interesantísimo: Chaves no solo depende de José Miguel
Villalobos, como su defensor legal, depende de él como su amplificador y
vocero, en las narrativas más recientes: esto (hipótesis), evidencia las
tensiones en el oficialismo: el pasado 19 de junio, Pilar Cisneros, desmentía a
Villalobos, en el sentido de la infidencia del segundo, al decir que, Laura
Fernández, iba a ser la candidata oficial del Chavismo (https://elmundo.cr/costa-rica/cisneros-desmiente-que-laura-fernandez-sea-la-candidata-oficial-del-rodriguismo/);
al momento presente, Villalobos, se está reivindicando como amplificador y
vocero (Mecanismo y táctica de simbiosis).
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La cuestión va más allá: el mismo día de la
comparecencia, la prensa digital, informaba que, el abogado del Presidente, se
había inscrito como precandidato a diputado por el partido oficialista (https://crhoy.com/abogado-de-chaves-se-inscribio-como-precandidato-a-diputado-con-partido-chavista/);
de hecho, al momento de escribir esta parte del análisis, Villalobos, era
electo candidato a diputado por Alajuela (https://crhoy.com/abogado-de-chaves-encabezara-la-papeleta-de-diputados-del-ppso-por-alajuela/);
esto nos permite ver la “igualación” del oficialismo, con las tácticas de los
partidos tradicionales: no podemos olvidar que, en su momento, el abogado de
José María Figueres Olsen, llegó a ser Ministro de Seguridad en su gobierno,
luego de fungir como acusador en lo que se conoció como: “El caso ‘Chemise’” (https://www.elfinancierocr.com/economia-y-politica/juan-diego-castro-de-exministro-de-figueres-a/CZGYVF6CQFC4FHTO72HAZRAJCU/story/);
como puede verse, en esas tensiones, Cisneros ha venido perdiendo espacio
político. Quizás por ello, la señora diputada, “marcaba a presión” a su par del
Frente Amplio, Rocío Aguilar. Al final, de un modo u otro, ella pudo ejercer su
control político. Esto, lo logró, gracias a su conocimiento, en la dialéctica
marxista, por ésta, Alfaro, “pone en su lugar al Presidente”. Aquí, es donde
“el circo neo populista de derecha” fracasó, pues, contrariamente, en un
escenario de dominio del Presidente del Ejecutivo, éste, hubiera mandado a
callar a la diputada Alfaro.
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En oposición a la imagen tradicional que
presenta el Presidente, ante la Comisión Legislativa, Chaves, se presentó
totalmente dependiente de su abogado, evidentemente, el mandatario, desconocía
el “argumento” jurídico de Villalobos.
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Cuando se lee, “La Microfísica del Poder”
(Michel Foucault), se descubre que, muchas de las respuestas, estaban llenas de
violencia. Eso sí, podría ser calificada de “violencia fría”, a saber:
repitiendo mucho la frase: “con mucho respeto” (En realidad, lo que quiere, es
faltarle al respeto). Foucault, nos dirá que, esa es violencia psicológica, en
forma de “micro machismo”: es decir, un comportamiento, que refuerza la
superioridad masculina y minimiza la autoridad femenina: son “micro”, porque
parecen insignificantes, pero, su efecto acumulativo, es devastador.
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También en esta línea, debe saberse que, autoras
como la periodista y activista del feminismo, como Rebecca Solnit, hablan de
una categoría, denominada: “manspaining”, que significa, que es la acción de un
hombre, explicando algo a una mujer, de manera condescendiente, asumiendo que
ella no entiende el tema, incluso, cuando ella, es experta en la materia, la
idea, es que ella quede como ignorante, Chaves, trató de hacer esto, por
ejemplo, con la diputada del Frente Amplio (El ensayo de Solnit, se llama: “Los
hombres me explican las cosas”, del año 2014).
Ahora bien, repetimos: en el
fondo, el oficialismo, ha sufrido una importante derrota en su comparecencia en
la Asamblea Legislativa. La pregunta que se abre es: desde la dinámica parlamentaria:
el binomio Chaves – Villalobos, salió derrotado, pero: ¿Tendrán éxito ante el
electorado?: esto, solo podrá verse después, para ello, deben seguirse las
coyunturas en el entorno político y en la percepción pública (Más exactamente,
de los electores).
En otro orden de cosas, desde la
psicología como rama del conocimiento y desde la especialidad de la psicología
política, podemos decir lo siguiente:
-
La personalidad egocéntrica del Presidente, debe
buscar salidas a su miedo, tomando en cuenta que las posibilidades de que su
inmunidad, pueda ser levantada, existen (Véase que no decimos si esas
posibilidades, son bajas, medias o altas). Lo cierto es que: “desde el caso de
los ex presidentes”, el tema de: la perrera, la cárcel y los interrogatorios de
los fiscales, no son cosa de la imaginación o la lejanía en la cabeza de los
políticos.
-
El lenguaje corporal del Presidente,
representaba su defensa, sus miedos y hasta desconocimiento del procedimiento,
del que estaba siendo objeto (Gestos, micro – expresiones y conductas físicas).
Lo mismo, quedaba demostrado por su lenguaje verbal (Continuas interrupciones
extemporáneas).
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Para decirlo en lenguaje oficialista: la imagen
del Presidente, era el de “un jaguar indefenso”: callado, meditativo, en
ocasiones, simulando inteligencia emocional.
-
En esta lógica: al Presidente, se le vio en dos
escenarios distintos: en uno de comodidad (Rodeado de sus seguidores o
movilizados); y para algunos comentaristas, mientras escuchaba la exposición
teórico – jurídica de su abogado. En el otro, cuando era interrogado por la
diputada del FA: gesto descompuesto, mirada de furia, gritos e insultos.
Desde la perspectiva de la
evidencia empírica, quedó claro que, unos audios, facilitados por la ex
Ministra de Comunicación, Patricia Navarro, en los que, el Presidente,
preguntaba por la participación de alias “Choreco” en el caso, es totalmente
real. En los audios, se revela que el Presidente Chaves, pidió ver el contrato,
por 158 mil millones de colones, con el BCIE, esto, porque, entre otras cosas,
quería pedir “un par de chineos, de cariñitos” (Conste: la legalidad de esos
audios, no ha entrado en discusión).
Con todo lo expresado, la derrota
del binomio Chaves – Villalobos, se levante o no, la inmunidad, es un triunfo
adelantado de la democracia. Un triunfo de la democracia política, capaz de
poner en aprietos al neo populista de derecha; a ese, que no le gustan: “los
debidos procesos”. Por esos “debidos procesos”, ha quedado demostrada, la
realidad de los “cariñitos y chineitos”, esto, es quizás lo más relevante.
En este contexto, también vemos
algo que, para las Ciencias Políticas es central: ampliemos el lente de
análisis: en algún momento, el Presidente, hablaba de renunciar, para ser
candidato a diputado (https://semanariouniversidad.com/pais/rodrigo-chaves-defiende-posible-candidatura-para-ser-diputado-en-2026/),
pero: ¿Por qué no lo hizo?: por el miedo a la funcionalidad de la democracia
política, a saber, Chaves está al corriente que, “no se puede quedar sin la
protección de la inmunidad” (Otra vez: la perrera, la cárcel y los interrogatorios
de los fiscales).
En otro orden de cosas, ya hemos
visto desde las teoría del posestructuralismo, (Foucault) y la
interdisciplinariedad de Rebecca Solnit, que, desde la visión neo populista de
derecha, también se trata de invalidar las voces femeninas, especialmente en
espacios de poder (En Ciencias Políticas, diríamos: se trata de invalidar las
voces de las mujeres en espacios de poder público; y si ese ámbito público es
totalizante, entonces, se trata de invalidar las voces de las mujeres, en
espacios políticos). Lo contradictorio de todo esto, es que la postulante
presidencial del oficialismo: ¡Es una mujer!
Desde las visiones antes citadas
(Y se pueden buscar otras), esto es violencia: se trata de deslegitimar (No
aceptar), sistemáticamente, la autoridad y el poder; esto, por medio de la
malhadada herramienta de la humillación pública (En la palestra de la
comparecencia, esa humillación, puede calificarse como política). Esto, viene
ligado a la tesis neo populista, del desprecio a la institucionalidad. En
síntesis: el neo populismo y los neo populistas, buscan silenciar y someter, a
los actores de control democrático: para ellos, esas voces, no tienen valor.
¿Cuál es el resultado político de
estas maniobras?: por más “falsa condescendencia”, hay descalificación y
minimización. En el caso de la diputada del Frente Amplio, se puede hablar de
violencia psicológica, ella, no deja rastro físico, pero destruye: desde la
credibilidad profesional, hasta el valor de las “ciudadanías plenas”.
Todo lo anterior, mina el apoyo difuso, al
sistema democrático. Asimismo, la comparecencia misma, muestra las diferencias
propias, de la palestra política (Niklas Luhmann, siempre nos hizo notar ese
peso de la diferencia desde la teoría política). Pero véase que ellas son
canalizadas por los medios formales legislativos, eso sí, esos medios no obstan
que, por ejemplo, el Presidente Chaves, tratara de ejercer su poder, para atacar,
controlar y subordinar: en términos neo populistas: “la oposición no merece
respeto, no debe ser escuchada en las condiciones igualitarias que brinda el
sistema democrático”. Esto golpea los deberes de responsabilidad y
transparencia en democracia. Las posiciones de la diputada Rocío Alfaro del FA,
dejan probada esta tesis (Para refutar esto, debería atacarse la reputación de
la diputada).
¿Qué hemos tratado de hacer aquí,
con algún grado de profundidad?: hablar, por ejemplo, desde la teoría de la
democracia, de dos pilares fundamentales: la estabilidad institucional y la
igualdad ante la ley. Véase que, hemos tocado algunos elementos del Derecho,
pero el tema de este amplio análisis, se desborda más allá de lo técnico –
jurídico.
Desde las Ciencias Sociales, ese
“reglado jurídico”, no se da en el vacío, sino, en medio de las tensiones de la
integración y el conflicto, propio de la política (Duverger); esto incluye: las
diputas narrativas (Comunicación Política), las estrategias políticas y las
percepciones ciudadanas (Materias inherentes a las Ciencias Políticas).
En la lógica del conflicto
político, a los populismos y neo populismos, les conviene la alta polarización,
además, de toda suerte, con esa polarización, independientemente de su nivel,
los actores políticos, se enfrentan o integran, de acuerdo a sus intereses.
Lo mismo sucede con las
interpretaciones y las lecturas de los eventos políticos. En este contexto, la
criticidad y la prudencia son claves. El lenguaje usado por el binomio Chaves –
Villalobos, aumenta la polarización político – social, reforzando la dicotomía:
aliado / enemigo (Esto es esencial, para alimentar la dinámica de la campaña
electoral, para favorecer al oficialismo).
Si alejamos el lente de análisis:
la ciudadanía será puesta a prueba. El problema es que ella, no está preparada
“para ese examen”. En su más reciente libro: “La Mediocracia: el colapso de la
democracia costarricense”, el historiador, Dr. Oscar Aguilar Bulgarelli, nos
dice que, desde la década de los 80, las clases gobernantes y políticas, se han
dedicado a golpear entre otros factores, la educación, esto, para beneficio de
las clases plutocráticas.
El resultado de esa estrategia,
es lo que estamos viviendo (El Informe sobre el Estado de la Educación,
presentado mientras redactábamos este análisis, nos dice que: durante el
gobierno del Chavismo, la inversión educativa, ha caído al máximo, en los
últimos 40 años).
Un ejemplo de esto, fueron las
declaraciones de la diputada del PLN, Andrea Álvarez Marín, en el sentido que,
la Comisión Legislativa, solo ejerce control jurídico: con esto, la legisladora
desconoce que: todo proceso legislativo es político. Tal parece que, la
diputada Álvarez Marín, desconoce que, la Asamblea Legislativa es una
estructura de representación política, cuyos componentes, son los diputados y
diputadas, provenientes de los partidos políticos, con visiones ideológicas
legitimadas (aceptadas por los ciudadanos, por medio de las elecciones
legislativas) y con plena capacidad de ser vistos por la ciudadanía (Valga
decir, que, gracias a esa capacidad, es que el Poder Legislativo, es tan mal
calificado en las encuestas). En
síntesis, tomando en cuenta el presunto desconocimiento de la diputada del PLN,
no es raro, que no le haya, ni siquiera, planteado preguntas al compareciente.
Ante este escenario: es poco
probable que la dinámica política se desarrolle con sensatez, de hecho, en esa
trampa, han caído hasta analistas políticos, son los que han expresado: “el
triunfo del binomio: Chaves – Villalobos”, cosa que, desde diversas ramas del
conocimiento, hemos refutado. Uno de los grandes desafíos de los analistas, es
tratar de mantener un ejercicio que no caiga en juicios anticipados: sabemos lo
complejo del desafío, dado que, en muchas ocasiones, “tenemos que, analizar
coyunturas en desarrollo”.
Otro elemento de ese desafío es
no caer “en la barbarie del especialismo” (Ortega y Gasset); es decir, no se
debe caer en lecturas únicas. De ahí el falso postulado: “las acciones deben
obedecer a lo que dictan las Ciencias Políticas, la Comunicación Política, el
Derecho o la Epistemología”. En síntesis: la comparecencia del Presidente, debe
verse más ampliamente: en el marco de un conjunto de transformaciones en el
ejercicio del Poder Político.
Esta ha sido la motivación del
presente escrito: es triste ver a analistas políticos, caer en interpretaciones
simplificadoras, esto no ayuda a la calidad del debate público (Político), peor
aún, y lo decimos claramente: hemos leído economistas (Pro oficialistas y de
oposición), que, comentando este tema, confunden, por ejemplo, control
político, con juicio de Derecho.
Por otra parte, está el rol de la
oposición, que, en términos político – electorales, tratará de sacar beneficio
de estos eventos. ¿Y de cara al 2026?: una Asamblea Legislativa fragmentada
(Por voluntad de los votantes) y sea quien sea que llegue al Ejecutivo,
enmarcado en una democracia política, de pesos y contrapesos: ¿Y la democracia
social? Esa es otra historia…
III
Desde la década de los 80, la
tensión política en términos de modelos de desarrollo, se encuentra entre
defender el modelo reformista (De Calderón Guardia a Daniel Oduber) y
profundizar el modelo que puede denominarse como: economicista, monetarista o
neoliberal (Para algunos autores, este modelo inicia, con Rodrigo Carazo, por
medio de la privatización de las empresas de CODESA. Para otros, con Luis
Alberto Monge y la aprobación del PAE I).
En “el deber ser”, el sistema
democrático, debe procurar la justicia, los neo populismos, buscan socavar esa
lucha, tanto en la esfera política, como en la social: en el caso que hemos
analizado, hemos referido a la primera. En lo que compete a las herramientas de
manipulación, hemos dejado claro que, el binomio Chaves – Villalobos, han
utilizado y utilizan el beneficio de la inmunidad, como escudo, ante el control
legal – político.
Parte de esas herramientas de
manipulación es el uso de la categoría de: “Estado profundo”: esta categoría
inicia su aparición, en la política turca de los años 90, entendida como: “una
red de burócratas, grupos clandestinos, jueces y militares”, que actuaba fuera
de las leyes del sistema democrático formal. Esta categoría, se ha vuelto muy sonada,
en el discurso de los neopopulistas (Por ejemplo, Donald Trump).
¿Qué hizo Chaves?: introducir una
lectura conspirativa, del conflicto propio de lo político. En la cabeza del
Presidente y sus partidarios, hay una red oculta de intereses enquistados en la
burocracia, la judicatura, los medios y hasta organismos internacionales. En
ese contexto, habría una distorsión del principio democrático, esto, porque la
soberanía tendría “recipientes no legítimos”.
Pasando esta página, confusiones
como las que hemos visto, de la diputada Álvarez, nos permiten hacer
aclaraciones teóricas importantes: por ejemplo, entre la política y lo
político: la primera es: la actividad concreta de organizar el poder y su
administración (La generación de leyes y políticas públicas).
Entre tanto, lo político es: la
dimensión conflictiva y fundacional, del sistema social. Lo político, es el
espacio en el que se establecen las diferencias (Ernesto Laclau, Chantal
Mouffe); así, los procesos electorales, son parte de “lo político”.
En esta lógica: en el caso de las
decisiones que derivan del Poder Legislativo; del Presidente de la República y
su gabinete; de los magistrados elegidos por los diputados al poder Judicial;
vienen de “lo político”. De “lo político”, deriva “la política” (Incluida la
deliberación institucional)
Bajo este marco: un tema como el
levantamiento de la inmunidad Presidencial (La política), no dejará de
alimentar “lo político” (La campaña electoral), que en el “deber ser”, esto “no
debería de ocurrir”, es un mero ideal.
Ahora, yendo a la política, la
visión conservadora del Derecho, cae en la trampa de postular explícita o
implícitamente, la “fullería de la neutralidad – técnica”: ya lo hemos dicho,
la Comisión, no es un tribunal jurídico – técnico, pero incluso, teniendo esto
presente, algunos comentaristas políticos, quieren hacer ver la Comisión
legislativa, envestida de esa neutralidad.
En realidad, para decirlo
conteste a las categorías, que acabamos de definir: “la política está limitada
por fundamentos jurídicos, pero en el caso del control legislativo, no excluye
el conflicto de “lo político”. Esto es parte de la realidad, de una democracia
republicana.
Si volvemos al “deber ser”, las
decisiones de esta naturaleza, deben ser jurídicamente fuertes y, políticamente
responsables. Esta sería una de las virtudes del sistema democrático. Esto,
llevaría a la transparencia. En esta línea, los diputados, deben asumir su
función de representación de la población, con plena responsabilidad del peso
institucional, con pleno conocimiento de su peso democrático.
En esta lógica, el informe (o
informes) del que (O de los que), ya hemos expuesto, debe o deben, estar basado
(O basados) en hechos y pruebas, ellos, deben minimizar los criterios
subjetivos y hasta percepciones ideológicas. En suma: la calidad técnica, es
clave para que el Plenario Legislativo, adopte una decisión informada.
Esa decisión informada, debería
contemplar:
a) La contradicción de la
denominada “disciplina estratégica”, que se supone es parte del estilo
presidencial: ese estilo, se supone, impide que los funcionarios actúen a
espaldas del mandatario. Pero resultaría que: dos Ministros y un funcionario,
actuaban, digamos, en secreto, para distribuir plata, para pagarle la casa a un
amigo de Chaves Robles, esto, como fruto de que: el Presidente, supuestamente,
no sabía lo que hacían sus colaboradores, con la plata que él negoció.
b) La paradoja en la exposición
presidencial: en la lógica del neo populismo, se citaron un conjunto de casos
en que, el Poder Judicial: acusó, allanó, apresó y procesó a gente de otros
partidos políticos (Se refería al PLN, el PUSC y el PAC); pero: ¿Cómo el Poder
Judicial hizo eso con gente, que se supone es “parte de su red de cuido” ?: la
contradicción salta al hacer el análisis: cuando el Poder Judicial, hace lo
mismo con el oficialismo: ¿Eso sí es corrupción?: desde la categoría del
mesianismo político, Chaves, sería ese Mesías, que no puede ser investigado
como cualquier mortal (Si se nos permite la observación teológica, hasta
Jesucristo, fue sometido a dos juicios: uno por un tribunal judío, y otro, por
un procurador romano).
Vamos a las conclusiones
generales de lo aquí expuesto, desde: las Ciencias Políticas, la Teoría
política y la Epistemología de esta ciencia social:
1) Conteste a la Constitución
Política, el régimen político costarricense, es presidencialista, con una
marcada separación de poderes. La comparecencia, concreta el mandato de
rendición de cuentas; esto, demuestra la efectividad, de la democracia
política. La frecuencia con la que se realizan esas rendiciones de cuentas, por
medio de diversas formas (Discurso presidencial del 1 de mayo, comparecencias
en Comisiones Legislativas etc.), marcan una “normalización”, del escrutinio
entre los Poderes de la República.
2) Dado el mecanismo del
levantamiento de la inmunidad, queda demostrado, que los poderes legislativo y
judicial, funcionan como contrapesos al ejecutivo. En oposición, el argumento
neo populista, sostiene “que el Presidente, es víctima de una represalia
política”. En esa lógica, esa represalia, es o sería orquestada por “el Estado
profundo”. En esa narrativa, el neo populista, se reivindica como redentor. Un
redentor, que, dicho sea de paso, polariza a la opinión pública y hasta a la
opinión publicada.
3) La herencia liberal (De Juan
Mora Fernández a León Cortés Castro), nos plantea que la autoridad
presidencial, está sujeta a la legalidad y al control judicial. El Estado de
Derecho, está por encima, de los intereses del Presidente Chaves (O’Donell). En
esto, se presenta una diferencia interesante: el populismo clásico, buscaba
romper con la democracia liberal, pero el neo populismo (De izquierdas o de
derechas), puede convivir con ella, generándole tensiones desde adentro: Chaves
y Villalobos, se presentaron ante la Comisión Legislativa, pero cuestionaron su
legitimidad. En este caso, el neo populismo, permite el uso de categorías
discursivas, propias de un lenguaje tecnocrático – legal (Villalobos) o
tecnocrático – gerencial (Chaves): esto, es evidencia de la flexibilidad del
neo populismo latinoamericano. Tal cosa, produce la precarización
institucional.
4) En “el deber ser”, el
Presidente de la República, debe colaborar con la gobernanza democrática, desde
lo político, como aquí lo hemos definido: el interés de la oposición, es el
debilitar el capital político de Chaves. En oposición, el neo populismo de los
discursos y acciones del Presidente, busca deslegitimar al Poder Judicial, en
teoría política, esto, se denomina “deslegitimación sistemática”. Desde la
Sociología Política, se observa como un capital político, busca sobrevivir a
costa del otro: “desde el neo populismo presidencial, se busca, impactar la
confianza ciudadana sobre el sistema democrático”; en oposición, éste, busca
demostrar, por medio de la acción procedimental, la legitimidad de su capital
(Touraine).
5) Del instrumental clásico del
populismo, se observa que, el Presidente, abraza la categoría de “pueblo”,
entendiendo por pueblo a los movilizados o a sus partidarios. La Asamblea Legislativa,
encarnaría a “los ticos con corona”. Una vez más, si vamos a las herramientas
de la Sociología Política (Durkheim, Duverger), la presencia de Villalobos
(Luego candidato a diputado por el oficialismo) y, los movilizados o
partidarios y simpatizantes, se reforzaban: se concreta así, la oposición:
“pueblo” (apoyando al Presidente) versus la élite judicial y política
“corrupta”. Esto, concreta lo que nos dice Ernesto Laclau, en el sentido que:
el populismo es una lógica política, que construye la oposición entre “pueblo
puro” versus “la élite corrupta”. Discursivamente, el populista, busca apelar
directamente a las masas: el pueblo se opone al sistema institucional.
6) Ligado a lo anterior, la
retórica “pueblo” versus “casta” o “elite”, es propia del populismo clásico,
Chaves, sería el que conecta con la ciudadanía, deslegitimando, la mediación
del sistema político. Esto redefine el conflicto propio “de lo político”:
“nosotros – oficialismo / ellos – oposición”.
7) La epistemología de las
Ciencias Políticas, nos permite ver el uso de las metáforas dramáticas: “golpe
de Estado judicial”, “montaje”, buscan capturar y generar emociones (Desde la
psicología política, ellas combaten la racionalidad). Esas metáforas, buscan
moldear la opinión pública. Ya vimos, que, se trata de anular la racionalidad y
más allá de este objetivo: anular los hechos empíricos. Si vamos a un análisis
de conceptos, encontraremos lo siguiente: “un golpe de Estado es: una toma
ilegal y violenta del poder de un país, que por lo general se hace por las
fuerzas militares, para derrocar el gobierno de turno”. Así, hablar de “golpe
de Estado Judicial”, es una contradicción semántica.
8) La existencia de un ecosistema
de: medios de comunicación, audiencias externas, redes sociales, discursos “en
vivo”, transforma la audiencia más allá de un “acto político”, en un evento
“audio visual” (Sartori), en donde se puede cuestionar la capacidad reflexiva
que nos ofrece la modernidad o posmodernidad (Tal y como lo plantea A. Giddens.
En este contexto, Moisés Naím, hablará de “la revolución de las tecnologías de
la información”). De esta realidad, se aprovecha el neo populismo, pues, éste
se vale de la “función de mediación”, para combatir democracias con solidez
institucional (Es el caso costarricense).
9) Lo anterior, busca una
redefinición de la democracia: se trata de hacerla más plebiscitaria y
mediática y menos institucional. Por el contrario, los mecanismos
institucionales, buscan (O deberían buscar), el interés genuino de la justicia.
En el primer escenario, que es el objetivo del binomio Chaves – Villalobos,
esto no lo logran (Una vez más: ¿Cómo analistas jurídicos y políticos, afirman
que ese binomio ganó en la comparecencia?). A este deseo de una democracia más
mediática, se une el postulado narrativo de: “Chaves como luchador contra
poderes no previstos en el marco normativo”. Por si fuera poco, esto, lleva a una erosión
del equilibrio de poderes (En tanto Chaves, es la cabeza del Ejecutivo, se
presentaría como: “intérprete legítimo”, frente a los otros poderes del Estado
y hasta el presunto “Estado profundo”).
Ahora bien, dado que, estamos
analizando una coyuntura en desarrollo, debemos hablar de la renuncia de la
inmunidad, por parte del Ministro Jorge Rodríguez Vives: el 26 de agosto, se
informa que, este personero, renunció al fuero dicho, ante la Comisión
Legislativa. El razonamiento de Rodríguez Vives, es que lo hace, porque tiene
la conciencia tranquila, y demostrará en los tribunales, que no cometió ningún
delito.
Dijo el Ministro: “En un acto de
coherencia y absoluta confianza en la justicia del país, le he planteado a mi
abogado renunciar a la inmunidad. Hemos analizado cada detalle del proceso y he
llegado a la decisión de renunciar al fuero como un acto político. No tengo
temor alguno” (https://observador.cr/he-llegado-a-la-decision-de-renunciar-al-fuero-como-un-acto-politico-anuncio-ministro-de-cultura-ante-diputados/?fbclid=IwY2xjawMdjk9leHRuA2FlbQIxMQABHjzWShh9jLHTEtYAGdYVFHxCj0XfPOzlWpA39bdoQvw-7rh4PWGj6KEGMnbz_aem_RjrIHZXBeqifipke86VPAw);
esto es clave desde la comunicación de crisis y la comunicación política ya que
refuerza la tesis de que: “el que nada debe, nada teme” (Ignacio Azurdia).
Estas palabras del Ministro,
revelan una nueva contradicción, en el discurso presidencial: él insiste en
que, no se puede renunciar a la inmunidad, porque no se puede confiar en la
justicia. Es decir, el Ministro Rodríguez Vives, prueba lo contrario.
Por otro lado, desde el realismo
político, puede postularse la sospecha: ¿Qué está planeando la clase gobernante
desde Casa Presidencial?; Rodríguez, no pudo haber hecho lo que hizo, sin
consultar al Presidente. Esta sospecha es totalmente válida, pero no tenemos
respuesta a la interrogante expuesta, lo que sí podemos decir es: el diputado
oficialista, Daniel Vargas, dijo, que el Ministro, era un valiente:
implícitamente, está diciendo que el Presidente, es su antónimo. Esto, le hace
perder credibilidad, al discurso del binomio Chaves – Villalobos.
Si volvemos a la comparecencia,
veremos que, el Presidente Chaves, hizo “una apertura política”, en la que,
trata de realizar “un juicio a los poderes de la República que se le oponen”
(Mario Quirós), el hacer de Rodríguez Vives, debilita ese decir del Presidente.
Como puede verse, el tema de la
comparecencia del Presidente ante la Comisión Legislativa, nos permite
asomarnos a diversos ámbitos del accionar jurídico – político, del sistema
democrático: solo como ilustración:
a) La solidez de una acusación
jurídica.
b) El contexto político: que, en
este caso, incluso podría cubrir el proceso electoral 2025 – 2026.
c) El resultado institucional:
que implica la debilidad o el fortalecimiento del Estado de Derecho.
Pero no solo esto, se pueden
observar la existencia de varios tipos de juicio (El mediático, el político
etc.): “harina de otro costal”, es determinar si estos otros juicios, pesan o
pesarán más, que el proceso jurídico, si éste, llega a darse (Una vez más, esto
no lo toman en cuenta muchos comentaristas políticos, que quieren hacer pasar
su subjetividad como análisis).
En otro orden de cosas, dado que,
el oficialismo, habla de “Estado profundo”, vale la pena, preguntarse y
responder a la interrogante: ¿Hay un Estado profundo en Costa Rica?: vamos a la
historia: si se toma en cuenta que, en Costa Rica, no hay fuerzas armadas y se
suma que, hay una fuerte institucionalidad (Contraloría General de la
República, Tribunal Supremo de Elecciones, Sala Constitucional); es difícil
(Véase que no decimos imposible), la traslación de la categoría de “Estado
profundo”.
Dicho esto: ¿Qué sigue, en
términos de la formalidad y lo reglamentado?:
1) La elaboración del o los
informes.
2) La discusión de los informes,
en el Plenario Legislativo.
3) La votación.
4) De no lograrse el resultado de
38 votos, el expediente, pasa al Poder Judicial, donde una vez terminado el
periodo de Chaves Robles, éste como ciudadano de la República de Costa Rica,
enfrente el proceso judicial, por la vía ordinaria.