Una decisión.
Una decisión.
Ocean Castillo Loría.
En mi familia, ha habido
liberacionistas y calderonistas: estando yo en la escuela, me llamaba la
atención Carlos Manuel Castillo y en la inocencia de mi niñez, me llamaba
profundamente, como Luis Alberto Monge y Rafael Ángel Calderón Fournier,
“jalaban” tanta gente en las “plazas públicas”.
Era el tiempo del
“encuadramiento”, en la cultura política democrática y en los partidos
políticos, era el tiempo de colección de banderas y calcomanías, era el tiempo,
cuando cerca de la casa, en Hatillo 3, oíamos las plazas públicas del PLN, el
PUSC, a veces de la izquierda (El Dr. Rodrigo Gutiérrez, con Alianza Popular) y
de uno que otro partido emergente (Recuerdo una reunión del Partido
Independiente, creo que en los 80)
Desde la década de los 90,
estando en el colegio, mientras estudiábamos el tema de las ideologías
políticas, optamos por adherir a la ideología socialdemócrata y al Partido
Liberación Nacional (PLN); luego, estudiando Ciencias Políticas en la
universidad, confirmábamos la imperiosa necesidad de que el PLN, volviese a sus
raíces ideológicas y que fuese un fiel representante de los intereses de la
clase media.
Ya en la universidad,
participábamos en debates en los que defendíamos el pensamiento socialdemócrata.
Y con la primera candidatura de don José María Figueres Olsen (Luego de ir, a
la presentación de la última precandidatura del Dr. Carlos Manuel Castillo, en
el Balcón Verde), creímos que se presentaba la oportunidad de retomar la senda
del PLN: no en balde nos lanzamos al trabajo de base: censos, trabajo en los
centros de votación etc.
Pero vino el “garrotazo” del
pacto Figueres – Calderón, que no era otra cosa que la profundización del
modelo economicista. Por eso luchamos contra esa iniciativa, de la mano de
dirigentes liberacionistas del talante de don Julio Jurado del Barco y don
Rufino Gil Pacheco (Ambos ya fallecidos); en algún momento, intentamos rescatar
el Instituto de Formación Política, apoyando las tesis de don Rufino. Es más,
colaboramos con un ciclo de charlas, de la Secretaria de Educación Política,
donde compartimos con grandes dirigentes de la agrupación: no olvido a don
Rodolfo Solano Orfila, diciéndome, a mí, un joven de 21, años: “muchacho, siga
adelante, usted tiene muy buenas ideas”.
Si mal no recuerdo, desde ese
momento, o un poco más adelante, me dediqué a escribir sobre socialdemocracia y
la situación del PLN, en diversos blogs partidarios… el material tenía su
valor, pues ante la ausencia de capacitación partidaria, años más tarde, el
líder de uno de los grupos de juventud del partido, nos hizo una llamada
telefónica, para pedirnos permiso: “para usar el material, en nuestras
capacitaciones”. Para nosotros fue un honor.
No se olvide, que, la
administración Figueres Olsen, dejó tan mala impresión, que el PLN, perdió dos
elecciones seguidas: la de 1998, en la que fuimos parte de los grupos pro plan
de gobierno, de don José Miguel Corrales, pero no solo eso, sino, que seguíamos
trabajando a nivel de base en los barrios sur. Un verdadero orgullo, haber
compartido trincheras con don Rufino, don Paco Urbina, don Luis Arnoldo Pacheco
Sánchez, don Francisco Morales y don José Calvo.
Luego de esa campaña electoral,
nos unimos a los movimientos populares, contra el “Combo del ICE”, donde la
fracción del Partido Liberación Nacional, había traicionado el programa que
habíamos presentado al electorado en la campaña de 1998.
Luego, como parte de la “juventud
liberacionista”, seríamos participantes del Congreso “José Figueres Ferrer”,
donde recibíamos reconocimiento de dirigentes como don Rolando González Ulloa. Y en el 2002, desde la radio, apoyábamos la
candidatura de don Rolando Araya, aunque no éramos “Santos de su devoción”.
Después de esas dos derrotas, nos
unimos a los grupos que trataban de “rescatar al PLN”, allí conocimos de cerca,
a nuestra querida Dra. Ana Gabriela Ross y estrechamos nuestra amistad, con el
entonces, Secretario General del partido.
Y en mucho de ese ínterin,
seguíamos dando luchas socialdemócratas en los centros de educación superior,
sobre todo, contra el avance de la izquierda (Izquierda que nos acusaba, de
querer “vivir de la política”; y a la vuelta del tiempo, lo que ha quedado
demostrado, es que muchos de ellos, terminaron viviendo de la actividad, desde
el Frente Amplio y el PAC)
Para el 2006, el PLN, desesperado
por volver al poder (Como lo está hoy), planteó el tema de la reelección
presidencial y el retorno de don Oscar Arias. Desde los medios de comunicación
que nos daban espacio (Y personalmente se lo dijimos a don Oscar, gracias a una
reunión a la que nos invitó la Dra. Ross), denunciábamos que “la
socialdemocracia flexible”, no era otra cosa que monetarismo, y decidimos
distanciarnos de la actividad política, asesorando a un partido emergente.
Cuatro años después, mas como
sencillos electores, apoyamos a doña Laura Chinchilla, luego de no ver una
opción de centro – izquierda o de izquierda democrática, que satisficiera,
nuestros más profundos anhelos.
Las bases del partido, no abandonaban
las ideas principales del nacimiento de la Revolución del 48, pero la cúpula,
sí las había olvidado. En lo que refiere a mí, yo seguía embebido de las ideas
de don Pepe, don Chico, don Daniel, don Luis Alberto, sin olvidar la capacidad
de la visión internacional de Oscar Arias.
Pero ya las cúpulas andaban con
paños tibios…
Con esos paños íbamos al 2014… de
nuevo, nos distanciamos de la política activa y nos dedicamos al análisis
político, desde los medios de comunicación… y hace cuatro años, junto a un
querido amigo, nos llamó don Rolando González Ulloa, para que le asesorásemos,
en la recta final de su campaña como precandidato. Con su derrota, seguimos en
nuestro rol, de analistas en medios de comunicación.
Agradezco desde el fondo de mi
corazón, la oportunidad que se me dio en los diversos grupos liberacionistas en
los que he participado, siendo el más reciente, el Movimiento Esperanza
Nacional, liderado por don Claudio Alpízar Otoya. Siempre mis participaciones,
las hice con profunda lealtad a los principios socialdemócratas y con total
entrega personal, rectitud y honorabilidad (Cosa que no podrán jamás decir
otros, los que nos quisieron acallar en la radio o los mercenarios que nos
atacaron bajo nombres y argumentos falsos)
Respecto a mi patrimonio personal,
se debe al esfuerzo familiar y al ejercicio liberal de mi humilde oficio, no
tengo un cinco mal habido por la política, y sí, grandes satisfacciones y la
plena conciencia del deber cumplido con Costa Rica. Es más, creemos haber ido
más allá del deber, cuando seguimos realizando actividades y proyectos cívicos,
aún a costa de nuestra salud o estabilidad económica.
Repito: mi más reciente servicio,
totalmente voluntario al partido, fue mi participación como generador y
redactor, del documento ideológico, del Movimiento Esperanza Nacional. Este es
parte del Plan de Acción Política de ese movimiento, presentado ante el PLN, el
día de la inscripción de Claudio Alpízar Otoya.
Para mí, la participación en el
Movimiento, y el ser parte de sus fundadores, implicó un intenso trabajo, junto
a un honorabilísimo grupo de mujeres y hombres, que estaban (Y creo que
estaremos siempre), unidos por el lazo indisoluble del amor al país.
Esa participación, fue un
compromiso ético, y una razón para dar una lucha ideológica y de valores y
principios que practico (Empezando por la fe cristiana), principios que respeto
en mi vida, y en los que creo, para superar las múltiples traiciones hechas a
la base liberacionista, empezando por muchos de los elementos de los Programas
de Ajuste Estructural (PAES), hasta la demagógica frase: de que “no debemos
recordar el pasado, sino, dedicarnos a mirar el futuro”.
Me costó mucho votar por los
candidatos liberacionistas del 2002 y el 2010. En otros momentos (2006, 2014 y
2018, me incliné, amparado en la libertad expresada por nuestra Constitución,
por otras opciones partidistas); porque eso sí, soy socialdemócrata, pero no un
“domesticado”, al que le tocan “El Corrido a Don Pepe” y se torna ciego y
fanático.
Ya desde hace rato, pero la
convención de ayer, muestra una vez más que, el fanatismo distancia al PLN del
pueblo y sus más legítimas y justas aspiraciones, quiera Dios, que las palabras
del candidato Figueres Olsen, de querer unir el partido, sean reales y no una
máscara que oculta la prepotencia, que, desde hace unos 20 años, viene
engullendo al PLN.
Quiera Dios (aunque nosotros
desde el realismo político no lo creemos), que el PLN vuelva a ser un partido
de centro – izquierda o de izquierda democrática, aunque, “si por la víspera se
saca el día”, el partido seguirá por la senda neoliberal.
Fuera del corazón del pueblo, por
lo menos desde el 2014, venimos sufriendo vergonzosas derrotas (Desde “retiros
de hecho” de candidatos, hasta no poder llegar a la segunda ronda electoral en
2018)
Creemos no equivocarnos, al decir
(Sin miedo y sin permiso), que ayer triunfaron las fuerzas que buscan el poder
político, para sus propios intereses personales, políticos y económicos y se
olvida que la política es para servir a los verdaderos intereses del pueblo y
del país.
Ayer se acabaron (Por ahora), los
sueños de una política para el servicio, una economía para la solidaridad y una
cultura para la verdadera libertad. En el economicismo que muy posiblemente
presente en la campaña o en un potencial gobierno el PLN, se pierde el sentido
ideológico y la razón ética de la política.
En suma: esta campaña del 2021 –
2022, parece transformarse en una lucha de poder por el poder, y a ese
escenario, nos están llevando, por lo pronto, tanto el Partido Liberación
Nacional, como el Partido Nueva República.
Esa realidad y esa verdad,
confronta integralmente nuestra visión de la política. Hace demasiado tiempo,
estas profundas diferencias, están definidas y son de pleno conocimiento
público, e igualmente han quedado plasmadas en nuestras participaciones en
prensa escrita, física y digital; así como, en Radio y televisión.
Creíamos que todo iba a cambiar
con la consulta partidaria de ayer, pero no ha sido así…
Es por ello, que en un pleno acto
de libertad existencial y desde la libertad de los hijos de Dios, hemos
decidido (Una vez más), declararnos socialdemócratas independientes, y libres
de toda militancia y vinculación formal, con el actual Partido Liberación
Nacional y su liderazgo.
Nuestra visión de la política y
de la socialdemocracia, es muy distinta a la de la tendencia triunfadora ayer.
Podemos hacer más por nuestras ideas, principios y valores éticos, desde
nuestra vida privada, y profesional: continuando con nuestro programa de radio,
nuestros textos de análisis en la prensa digital y nuestras colaboraciones en
televisión, en forma independiente y libre de las cúpulas dirigentes del PLN.
La socialdemocracia, sigue en
nuestra mente y nuestro corazón, y siempre actuaremos con gran respeto y
agradecimiento, por la inmensa y gran obra de bien nacional, del PLN y sus
aportes históricos a la democracia costarricense.